En un país que ha visto once líderes en las últimas dos décadas y media, es raro que los presidentes sean populares. Dina Boluarte, la primera mujer en ocupar la presidencia en Perú, no es una excepción, sino más bien el ejemplo más destacado de una presidencia desacreditada y golpeada. Recientemente, Boluarte marcó 500 días en el cargo desde que sucedió a Pedro Castillo en diciembre de 2022, y la última encuesta no es precisamente un regalo: solo el 7% de los peruanos aprueba su gestión, según Datum Internacional.
Esta cifra no solo es la más baja para Boluarte, que a pesar de las dificultades se había mantenido en un 10%, sino que también representa la caída más pronunciada para un líder en Perú en las últimas dos décadas.
Desde Alejandro Toledo
economista, en junio de 2004, ningún presidente había sido tan impopular. Sin embargo, en su momento, Toledo lideró la lucha contra la dictadura de los años noventa y representó la reivindicación del mundo andino. Estos aspectos se reflejaron en una aprobación cercana al 60% que luego se derrumbó debido a promesas incumplidas y escándalos de corrupción. Boluarte, por otro lado, nunca representó una esperanza de cambio. Llegó al Palacio de Gobierno de manera repentina, sin elecciones de por medio, después del fallido autogolpe de Castillo.
Se pensó que sería un gobierno de transición
Pero la resistencia de Boluarte a convocar elecciones anticipadas desató una crisis social que se prolongó durante varios meses. Las encuestas indican que su mandato apenas rozó el 20% de apoyo en el primer trimestre de 2023 y luego fue en caída libre.
La presidenta Boluarte
ha sido cuestionada por una colección de relojes de lujo y joyas sobre los que ha dado diferentes versiones. Su falta de claridad solo ha aumentado las sospechas de un presunto enriquecimiento ilícito por el que está siendo investigada por la Fiscalía. Ni siquiera con tres mensajes a la nación dedicados al tema, Boluarte ha podido librarse del problema. El analista político Gianfranco Vigo establece una comparación entre Boluarte y Toledo a propósito del 7% de aprobación que comparten.
Perú Fotos de personas que murieron en las protestas contra el gobierno de Boluarte en 2023 cuelgan de un puente en Juliaca, Perú, el 9 de enero de 2024. ALDAIR MEJIA (AP) “Ambos muestran un gran problema de credibilidad. En más de una ocasión, al expresidente Toledo se le calificó como un mitómano por no reconocer a su hija (la politóloga Zaraí Toledo), negar a sus sobrinos (vinculados a actos de corrupción) e inventar historias extravagantes (una vez denunció haber sido secuestrado y drogado para participar en una orgía).
La presidenta Boluarte también está quedando ante el ojo público como una mentirosa en tanto las respuestas que ha dado al escándalo sobre los Rolex son inverosímiles”, señala Vigo. Bajo su perspectiva, el segundo aspecto que ha erosionado su mandato ha sido su escasa capacidad para impulsar políticas públicas eficientes. “La población ve que este Gobierno es incompetente y que va en piloto automático”, agrega.
¿Qué sostiene entonces a una gestión con índices tan precarios de aprobación?
Boluarte ya ha superado los 497 días que Castillo permaneció en Palacio. Y de acuerdo a un análisis del diario El Comercio, la abogada no lo ha hecho mucho mejor que el maestro sindical. Boluarte ha impulsado 45 proyectos de ley relevantes en comparación con los 91 de Castillo y hasta la fecha suma 52 ministros, una cantidad desmesurada para cualquier gobierno que persiga la estabilidad.
El Congreso, sin embargo, no se ha comportado de la misma manera con ambos. A Castillo se le censuró cuatro ministros y a Boluarte uno. Fue la misma Cámara la que rechazó la iniciativa para el adelanto de elecciones en tres oportunidades y que a su vez revocó hace algunas semanas dos mociones de vacancia en contra de Boluarte por sus desbalances patrimoniales.
Gustavo Adrianzen vota en el congreso de Lima, Perú El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzen pide un voto de confianza en el Congreso en Lima, Perú, el 3 de abril de 2024. MARTIN MEJIA (AP) La politóloga Paula Távara da luces sobre este blindaje: “Boluarte es el rostro de una coalición autoritaria compuesta por part
