El uso de las redes sociales para conocer a nuevas personas se ha vuelto la opción más popular. Tanto los jóvenes de la generación Z, nacidos en plena era digital, como los adultos más maduros, se atreven a crear y subir perfiles en las aplicaciones de su elección.
El flirteo o la seducción en línea tiene sus propias reglas, comenzando por la creación de una carta de presentación atractiva, es decir, un perfil.
No obstante, conseguir atención y ser seleccionado para un “like” requiere paciencia, tolerancia a la decepción y, para aquellos que subestiman su capacidad de atracción, evitar caer en la arrogancia de pensar que lo pueden todo.
Incluso los más populares necesitan reformular su presentación, ya sea para buscar contactos sexuales o el objetivo más ambicioso: una relación sentimental.
Para los principiantes, la preparación de un perfil puede ser un desafío: ¿Qué incluir? ¿Estoy siendo ridículo? ¿Me representa la foto? ¿Debo ser honesto o puedo mentir u ocultar? ¿Hasta dónde debo compartir detalles de mi vida? ¿Cómo proyectar una imagen de espontaneidad sin parecer rígido?
Un estudio reveló
Que el 41% de los encuestados se enamoraron de personas que inicialmente no les parecían atractivas. La seducción virtual sexual es más directa y decidida, se pueden hacer comentarios más sugerentes y explícitos sin que nadie se escandalice, en el peor de los casos, se bloquea al que se pasó de la raya y se sigue adelante.
Existen diferentes formas de expresarse y atraer, dependiendo de la orientación sexual (los códigos de la homosexualidad masculina son más directos en aplicaciones como Grindr, mientras que en la orientación asexual están centrados en áreas no sexuales), el estado civil (solteros, en pareja, casados en busca de aventuras), el objetivo (sexo, amistad, pareja), el grupo de edad, entre otras características.
Con información de EFE
