GUÁRICO/ En el municipio Juan Germán Roscio Nieves del estado Guárico, específicamente en la ciudad olímpica de dicha jurisdicción se encuentra uno de los tantos cementerios de autobuses Yutong que inundan toda Venezuela, el cuál no deja de crecer ante está situación el ejecutivo regional liderado por el gobernador José Vásquez se ha quedado de brazos cruzados.
La empresa de autobuses de China Yutong Hong-Kong Ltd., se posicionó como principal proveedora del Gobierno nacional, luego de que en 2010 se aprobara el acuerdo de financiamiento entre China y Venezuela, conocido como Fondo Gran Volumen Largo Plazo. Como parte de este convenio, el Banco de Desarrollo del país asiático hizo dos desembolsos, uno por US$ 10.000 millones y otro en yuanes renminbi de 70.000 millones (aproximadamente US$ 10.250 millones), pagaderos con envíos de crudo desde la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a China National United Oil Corporation (Cnuoc).
Además, todas estas unidades se encuentran estacionadas fuera de servicio, en un estado de abandono infestando no solo el estacionamiento donde se aparcan en la Villa Olímpica de San Juan de los Morros, sido que su aumento ha sido tal que ya las calles de esta concurrida zona de la capital guariqueña se encuentran obstruidas por estas unidades de transporte público.
Un convenio entre China y Venezuela que se quedó en el olvido, dejando afectados a todos los venezolanos en especial al gentilicio guariqueño, resultando esto en el amplio déficit de transporte interurbano que tiene la capital llanera.
El gobierno nacional a su vez había prometido por medio de este acuerdo de cooperación ensamblar en el país un aproximado de más de 3 mil unidades por año, acción que nunca se vio cumplida. Asimismo, las políticas nacionales privilegiaron a las compañías automotrices de China, en detrimento de la participación de oferentes nacionales de autopartes y de la actividad de otras empresas del sector que operaban en el país. De 170.000 vehículos anuales, que se produjeron en Venezuela hasta 2008, la producción cayó a 459 en 2019. La cadena productiva de este sector está deprimida.
De estas negociaciones solo se obtuvieron pérdidas y resultados desfavorables, teniendo un sin número de autobuses con vidrios rotos, sin cauchos, sin operatividad, dejando sin empleo a conductores nacionales y regionales, significando esto un duro golpe hacia todo el sector transporte que presta sus servicios a todas y todos los venezolanos, siendo este uno de los tantos flagelos que día tras día aquejan a toda la colectividad.