GUÁRICO / El pasado martes 15 de febrero, se generó una de tantas protestas en la entrada del hospital Israel Ranuárez Balza ubicado en San Juan de los Morros capital del estado Guárico. Personal médico, pacientes, docentes y jubilados exigían el cumplimiento de sus derechos por salarios justo, la vida y libertad.
Además obtener respuesta haciendo un llamado de atención al gobierno nacional y regional, para solucionar la situación de escasez de insumos y deterioro de la infraestructura del centro asistencial.
Ese día en la manifestación se encontraba el señor, José Arreaza sobreviviente del cáncer y enfermo de diabetes el cual sufrió un desmayo y debió ser traslado a la emergencia pero lamentablemente perdió la vida por no contar con una atención médica oportuna, también influyeron factores que fueron deteriorando su salud, como mala alimentación, y no poder costear los gastos de sus tratamientos médicos. Penosamente hay vidas que se pierden por la desidia del estado indolente que nos gobierna, otras se van deteriorando en la precariedad.
Cabe recordar que, José Arráez fue un luchador social, digno representante del sindicalismo guariqueño y demócrata. Dio su última batalla en la protesta del 15 de febrero cuando alzó su voz, para que fueran respetados sus derechos.
Lamentablemente, en Venezuela los hospitales sobreviven de dádivas, el derecho a la salud fue vulnerado a José Arreaza, y a todos lo sanjuaneros diariamente en el hospital IRB hay una crisis constantes de insumos, maquinarias, falta de tratamientos, deficiencias en las estructuras un ejemplo de esta situación es que solo cuenta con un ascensor activo, allí se trasladan pacientes, la basura y desechos tóxicos.
Asimismo el funcionamiento de los servicios públicos es intermitente, hay constantes fallas en el suministro de agua.
Actualmente en San juan de los Morros, se ven muy pocas manifestaciones por parte de las organizaciones políticas se extinguieron la de estudiantes, ni la sociedad civil, muchos menos sindicatos ahora protestan los más frágiles y vulnerables: enfermos, jubilados, y pensionados. Dirigidos por un gobierno de indolentes.
El gobernador José Vásquez, aún no se ha pronunciado ante este hecho tan lamentable, además nunca hace acto de presencia en protestas ni llamados de atención, y pocas veces ofrece respuestas y soluciones ante las problemáticas que presenta el principal centro de salud del estado que lleva algunos años, bajo grandes carencias.
En este sentido el artículo 83, de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela reconoce la salud como derecho social fundamental y estableció la obligación del Estado de garantizar a todas las personas, sin distinción alguna, como parte del derecho a la vida. Otro artículo que es vulnerado constantemente, otro adorno en leyes venezolanas.
La excusa de la mayoría de las autoridades competentes, es remitir toda la responsabilidad al Ministerio de la Salud, alegando que dependen de las ordenanzas nacionales y ellos no pueden hacer nada, además emplean el discurso del bloqueo internacional, pero ha sido público y notorio en las redes sociales algunos lujos, ostentosas fiestas y compras que ha realizado el gobernador.
La vida se disminuye para pacientes y personas de la tercera edad, que sufren de patologías como: hipertensión, diabetes, cardiopatía si eres portador de VIH, si necesitas ser nebulizado, tener oxígeno, operado si requieres de antibiótico, es posibles que no lo logres y mueras a mengua. Te mata la asfixia, el hambre, la infección, la decidía y la tristeza.
