VENEZUELA/ El gobierno y la oposición de Venezuela regresan a una mesa de negociación, con una agenda centrada en sanciones internacionales, liberación de presos polÃticos y condiciones electorales, sin que la permanencia de Nicolás Maduro en el poder esté en riesgo.
El encuentro mediado por Noruega se celebra en México, después de un intento fallido en Barbados en 2019. Un año antes, hubo otro en República Dominicana dirigido por el expresidente español José Luis RodrÃguez Zapatero.
«El gobierno de Venezuela y la plataforma unitaria (…) se encuentran en la fase final de conversaciones exploratorias, con el objetivo de iniciar negociaciones en México facilitadas por Noruega», escribió el Ministerio de Exteriores de ese paÃs en Twitter.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard confirmó igualmente el encuentro, que comienza el viernes, en principio en Ciudad de México, con una reunión previa que antecede a la semana de trabajo, que arranca el 30 de agosto y se considerará el inicio formal de la negociación.
En el primer encuentro será presentada la agenda, que según Maduro consta de siete puntos.
«Hemos hecho un conjunto de demandas, de exigencias y las mantenemos firmemente: en primer lugar el levantamiento inmediato de todas las sanciones criminales», dijo el mandatario refiriéndose a la baterÃa de medidas en contra del gobierno y sus principales figuras, incluido un embargo petrolero de Estados Unidos.
La oposición liderada por Juan Guaidó pide condiciones electorales y un cronograma que incluya comicios presidenciales, además de la liberación de presos polÃticos, entre ellos el exdiputado Freddy Guevara, detenido poco antes de las conversaciones.
«Puede haber una flexibilización de algunas sanciones (…) vinculadas a los temas humanitarios» y «ceder en temas como los presos polÃticos o del reconocimiento institucional de la oposición», estimó Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis.
– «Nada para ofrecer» –
Guaidó es reconocido como presidente encargado por medio centenar de paÃses, luego de que, desde la jefatura del Parlamento, se juramentó en 2019 tras la reelección de Maduro el año anterior, considerada fraudulenta.
Entonces arreciaron sanciones contra el gobierno chavista, en medio de una crisis sin precedentes: Venezuela acumula ocho años consecutivos de recesión y una reducción del PIB del 80% desde 2014.
Maduro, no obstante, mantuvo el control institucional y territorial, mientras que Guaidó perdió dominio del Legislativo, tras marginarse de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en las que arrasó el chavismo.
El opositor se aferra a su legitimidad al sentarse a negociar, aunque el gobierno lleva la delantera.
«La oposición no tiene nada en la mano para ofrecer», sino «la relación con quien sà lo tiene, que es la comunidad internacional. La oposición puede pedir, solicitar, incorporar eso en las negociaciones, pero las decisiones son de los paÃses», destacó León.
En junio, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea se mostraron dispuestos a «revisar» las sanciones contra Maduro si ven «avances significativos en una negociación integral» hacia elecciones «creÃbles, inclusivas y transparentes».
«Hay una comunidad internacional alineada, hay un viento a favor, no perdamos la oportunidad», estimó el excandidato presidencial Henrique Capriles en una rueda de prensa. «El todo o nada no sirve».
– «No aguanta hasta 2024» –
Este proceso sigue a una negociación interna al margen de Guaidó, liderada por Capriles, que resultó en la liberación de algunos presos polÃticos y nuevas autoridades electorales, vistas con buenos ojos por Estados Unidos y la Unión Europea, y ocurre mientras el paÃs se encamina a elecciones de alcaldes y gobernadores el 21 de noviembre.
«Mientras ese proceso (de negociación) va, hay una elección y la oposición va a ser más fuerte en la negociación si le va bien en la elección», señaló Capriles, que apuesta un diálogo «discreto», alejado de las cámaras de TV.
La oposición muestra señales de querer participar en las regionales, aunque no ha anunciado si irá como bloque unitario.
Pedro BenÃtez, columnista y profesor universitario, estimó que el nuevo encuentro puede centrarse en la «reinstitucionalización del paÃs». «Que le devuelva a la gente la confianza en el voto».
La permanencia de Maduro en el poder, sin embargo, no corre riesgo.
«No es cierto que Maduro esté contra las cuerdas», según León. «¿Maduro está afectado? SÃ. ¿Tienes sanciones? SÃ. ¿Le gustarÃa resolverlas? Sà (…). ¿Está a punto de salir del poder? No».
Por lo que adelantar las elecciones presidenciales, previstas en tres años, está descartado de momento.
«No es que queremos las presidenciales mañana», dijo una fuente opositora a la AFP. «Pero esto no aguanta hasta 2024».