Pacientes trasplantados en Venezuela denuncian más de 180 días sin medicamentos esenciales. Organizaciones exigen soluciones urgentes ante la crisis.
La organización Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV) alertó este 24 de febrero de 2025 sobre una emergencia sanitaria que afecta a miles de pacientes crónicos. A través de Instagram, ATV publicó una imagen de la sala de espera del IVSS en Los Ruices, Caracas, completamente vacía. “Estas sillas suelen estar llenas, pero hoy reflejan la escasez de medicamentos”, denunciaron.
Pacientes trasplantados, así como aquellos con lupus y síndrome nefrótico, llevan más de tres meses sin recibir tratamientos esenciales como micofenolato y azatioprina. Algunos acumulan 180 días sin acceso a sus fármacos a través del Seguro Social. La organización exige a la ministra de Salud, Magaly Gutiérrez, una solución urgente para evitar tragedias.
La escasez de medicamentos en Venezuela no es nueva. Desde 2014, los pacientes crónicos enfrentan interrupciones en el suministro de tratamientos vitales. En 2017 y 2018, la crisis alcanzó su punto más crítico, cuando muchos perdieron órganos o se vieron obligados a emigrar. Reymer Villamizar, director de ATV, compara la situación actual con la de 2017, cuando la falta de micofenolato causó rechazos de trasplantes.
Liliana Gómez, paciente con lupus, relata cómo raciona su dosis diaria para estirar el medicamento. “Tomo una pastilla de 500 mg al día, quiero que rinda”, confiesa. Sin acceso al IVSS, recurre a fundaciones, ya que su sueldo de cocinera no cubre los $120 mensuales que cuesta el tratamiento.
Costos imposibles y medicamentos vencidos
El precio de los fármacos supera los $120 al mes, equivalente a 7,618 bolívares según el Banco Central. Con un sueldo mínimo de 130 bolívares, los pacientes no pueden costear ni una caja de medicamentos. Fabiola Chacón, trasplantada desde 2008, denuncia que el IVSS entrega medicamentos vencidos. “Recibí micofenolato en febrero, pero falta tacrolimus y perizona”, afirma.
Por otro lado, Douglas Molero, en Zulia, busca ayuda externa tras años de fallas en el sistema. “Una caja de 30 pastillas cuesta entre $60 y $100”, explica. Sin los inmunosupresores, teme perder su riñón y vive con estrés constante.
Redes de apoyo ante la crisis
Ante la falta de soluciones gubernamentales, los pacientes recurren a redes de apoyo. Ana, trasplantada hace 39 años, depende de donaciones para su azatioprina. “Familiares de fallecidos donan medicinas, así nos ayudamos”, cuenta. Sin embargo, la solidaridad disminuye debido a la prolongada crisis.
En Sucre, Olga Pérez enfrenta un doble problema: escasez de fármacos y catéteres. “Compramos catéteres caros en redes sociales”, lamenta. La falta de respuestas del IVSS agrava el riesgo para miles de pacientes, dejando sus vidas en un limbo angustiante.
Mientras tanto, organizaciones como ATV continúan exigiendo acciones concretas para evitar más pérdidas humanas. La crisis de medicamentos en Venezuela sigue siendo un drama recurrente que requiere atención inmediata.