"Flujo inverso" de migrantes en Suramérica alerta a organizaciones humanitarias
"Flujo inverso" de migrantes en Suramérica alerta a organizaciones humanitarias

El aumento del «flujo inverso» de migrantes hacia Venezuela y Suramérica preocupa a organizaciones humanitarias debido a políticas migratorias restrictivas.

La Red Jesuita con Migrantes (RJM) alertó sobre el creciente «flujo inverso» de migrantes hacia Venezuela y otros países de Suramérica. Este fenómeno, impulsado por las políticas migratorias restrictivas de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, ha generado preocupación entre organizaciones humanitarias y gobiernos de la región.

Roy Arias Cruz, trabajador del corredor humanitario de la RJM, explicó en el programa En Este País de Radio Fe y Alegría Noticias que muchos migrantes están regresando a sus países de origen o buscando nuevas opciones en Suramérica. «Algunos quieren volver a Venezuela, otros buscan países de acogida en el sur», señaló.

Rutas peligrosas y políticas restrictivas

Arias Cruz destacó que las políticas antimigratorias en Estados Unidos y países cercanos han obligado a los migrantes a tomar rutas extremadamente peligrosas. «Están regresando por vías marítimas, que son las más riesgosas y costosas», afirmó. Además, denunció que muchos migrantes quedan varados en fronteras de Centroamérica, lo que los lleva a tomar decisiones desesperadas para retornar.

Por otro lado, en lo que va de febrero, tres vuelos de repatriación han llegado a Venezuela desde Estados Unidos y México. Estos vuelos, coordinados entre el gobierno de Nicolás Maduro y la administración Trump, han permitido el retorno de 432 migrantes venezolanos. Richard Grenell, encargado de las relaciones con Venezuela, facilitó este proceso.

Llamado a la acción

Arias Cruz insistió en la necesidad de que los gobiernos ofrezcan condiciones mínimas para el retorno seguro de los migrantes. «Especialmente mujeres y niños, quienes son los más vulnerables a la explotación y la delincuencia organizada en las fronteras», subrayó.

Este «flujo inverso» no solo refleja el fracaso del «sueño americano» para muchos, sino que también plantea nuevos desafíos humanitarios y de política migratoria en la región.