Fallas en máquinas de hemodiálisis dejan sin tratamiento a 120 pacientes en Bolívar
Fallas en máquinas de hemodiálisis dejan sin tratamiento a 120 pacientes en Bolívar

120 pacientes con insuficiencia renal en Puerto Ordaz no reciben tratamiento por fallas en máquinas de hemodiálisis. Riesgo de contagio de hepatitis aumenta.

Al menos 120 pacientes con insuficiencia renal en Puerto Ordaz, estado Bolívar, no están recibiendo su tratamiento de hemodiálisis debido a las fallas en las máquinas de la Unidad de Nefrología. Además, ocho equipos están completamente dañados, lo que agrava la situación.

Adelis Reina, una de las pacientes afectadas, explicó que la falta de mantenimiento en la planta eléctrica empeora el problema. «Necesitamos que reparen la planta para evitar que más máquinas se dañen. Sin ellas, nuestras vidas están en riesgo», dijo.

Riesgo de contagio de hepatitis

María Fernanda Millán, otra paciente, alertó sobre el peligro de contagio de hepatitis debido a la rotación forzada de máquinas. «Cada paciente tiene su máquina asignada, pero al estar dañadas, debemos compartirlas. Esto nos expone a enfermedades como la hepatitis», expresó.

La falta de equipos funcionales no solo retrasa los tratamientos, sino que también pone en peligro la salud de los pacientes. «Estamos desesperados. Necesitamos una solución urgente», agregó Millán.

Llamado a las autoridades

Los pacientes y sus familiares exigen a las autoridades sanitarias que reparen las máquinas y garanticen el suministro eléctrico en la unidad. «Sin hemodiálisis, nuestra esperanza de vida se reduce drásticamente. Necesitamos respuestas ya», insistió Reina.

Esta crisis se suma a los problemas crónicos del sistema de salud venezolano, donde la falta de insumos, equipos y mantenimiento afecta a miles de pacientes en todo el país.

Impacto en la comunidad

La Unidad de Nefrología de Puerto Ordaz es una de las principales opciones para los pacientes renales en la región. Sin embargo, las fallas recurrentes han dejado a muchos sin tratamiento, lo que aumenta el riesgo de complicaciones y muertes evitables.

Mientras tanto, los pacientes y sus familias esperan una respuesta rápida y efectiva para evitar que la situación empeore. «No podemos seguir esperando. Nuestras vidas dependen de ello», concluyó Millán.