Empresas extranjeras como Chevron y Repsol aumentan su participación en la producción petrolera venezolana, contribuyendo al 30% del crudo extraído y fortaleciendo la economía nacional.
En los últimos años, compañías petroleras internacionales han fortalecido su presencia en Venezuela, colaborando con Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en empresas mixtas donde, aunque poseen una participación minoritaria, gestionan la producción. Estas alianzas han llevado a que las empresas extranjeras contribuyan con aproximadamente el 30% del total de crudo extraído en el país.
Aumento de la producción y exportaciones
Según datos recientes, Venezuela ha alcanzado una producción cercana al millón de barriles diarios, lo que representa una recuperación significativa tras el desplome entre 2014 y 2020, cuando la producción cayó a 300.000 barriles diarios. Este repunte se atribuye, en parte, a la participación activa de compañías como Chevron, Repsol y Maurel & Prom. Chevron, por ejemplo, genera alrededor de 212.000 barriles diarios, representando el 24% de la producción total del país.
Estas empresas no solo operan en la extracción, sino que también comercializan el petróleo venezolano en mercados internacionales. Chevron vende crudo en Estados Unidos, mientras que Repsol y Maurel & Prom lo distribuyen en Europa y Norteamérica. En 2024, Venezuela incrementó significativamente sus envíos de petróleo a España, superando los tres millones de toneladas, el volumen más alto en dos décadas.
Beneficios económicos y acuerdos internacionales
Los ingresos generados por la venta de petróleo se destinan a cubrir gastos operativos, inversiones y el pago de impuestos y regalías al gobierno venezolano. Además, una porción de estos fondos se utiliza para saldar deudas que PDVSA mantiene con las empresas extranjeras, y el remanente se distribuye como dividendos. La colaboración con compañías internacionales ha sido clave para revitalizar la industria petrolera venezolana, permitiendo el acceso a tecnología avanzada y capital extranjero.
Por otro lado, la Casa Blanca ha otorgado licencias que facilitan la comercialización del crudo venezolano. Dado que gran parte del petróleo del país es extrapesado y requiere mezclarse con diluyentes para su transporte y exportación, licencias como la concedida a la empresa india Reliance permiten a PDVSA realizar intercambios de petróleo por diluyentes, optimizando así la cadena de suministro.
Aunque la producción ha mostrado una tendencia al alza, la estabilidad y el crecimiento sostenido de la industria petrolera venezolana dependen en gran medida de las decisiones políticas y económicas, tanto a nivel nacional como internacional. La continuidad de las licencias otorgadas por Estados Unidos y la capacidad de Venezuela para atraer y mantener inversiones extranjeras serán determinantes en el futuro cercano de este sector estratégico.