Fernanda Torres hace historia al ganar su primer Globo de Oro como Mejor Actriz en una Película de Drama. Su interpretación en Aún Estoy Aquí.
Fernanda Torres logró un hito histórico al convertirse en la primera actriz brasileña en ganar un Globo de Oro en la categoría de Mejor Actriz en una Película de Drama. Su interpretación en Aún Estoy Aquí (I’m Still Here), una conmovedora historia sobre la dictadura militar brasileña, le permitió destacar entre figuras de renombre como Angelina Jolie y Nicole Kidman.
Durante la ceremonia de los Globos de Oro 2025, realizada en Los Ángeles, Fernanda dedicó su premio a su madre, Fernanda Montenegro, una de las actrices más importantes del cine brasileño. Montenegro, quien fue nominada en 1999, es considerada una de las grandes pioneras del cine latinoamericano. Con una emotiva declaración, Torres destacó que su madre “estuvo aquí hace 25 años”, evidenciando cómo el arte ha perdurado a través de las generaciones de su familia.
En Aún Estoy Aquí, Fernanda interpreta a una madre que lucha por proteger a su familia en medio de la represión política de los años 70 en Brasil, en un relato de fortaleza y resistencia. Su conmovedora actuación superó las expectativas en una categoría con otras grandes nominadas, como Kate Winslet y Tilda Swinton.
Una carrera de éxitos y reconocimiento internacional
Fernanda Torres comenzó su carrera a los 13 años en el teatro y rápidamente se consolidó en el cine. En 1981 debutó en la película Inocência y, más tarde, en 1986, ganó el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Cannes por Eu Sei que Vou te Amar, convirtiéndose en la actriz más joven en recibir este galardón.
A lo largo de su carrera, ha trabajado en múltiples títulos reconocidos como La mujer invisible, Juego de escena, y Os Normais. En televisión, se ha destacado en telenovelas y series como Tapas & Beijos y Amor e Sorte, mostrando su versatilidad y capacidad para interpretar tanto dramas como comedias.
Un triunfo personal y familiar en los Globos de Oro
Este Globo de Oro no solo simboliza el reconocimiento a su talento, sino también el legado familiar que ha consolidado. En su última película, compartió créditos con su madre, Fernanda Montenegro, demostrando la química y conexión única entre ambas en pantalla. Montenegro, en una entrevista, expresó el profundo orgullo que siente al ver el éxito de su hija, quien, a su manera, ha logrado llevar su legado a nuevas alturas.