Arresto de Yoon Suk-yeo presidente inhabilitado y protegido
Arresto de Yoon Suk-yeo presidente inhabilitado y protegido

El intento de arresto de Yoon Suk-yeol en Corea del Sur enfrenta obstáculos por la resistencia de su equipo de seguridad.

Más de 100 policías intentaron sin éxito arrestar este viernes a Yoon Suk-yeol, expresidente de Corea del Sur, inhabilitado tras declarar la ley marcial. La resistencia de su equipo de seguridad y el apoyo masivo de sus seguidores impidieron el cumplimiento de la orden judicial.

El muro humano que desafía a la justicia

Pese a ser destituido por el Parlamento, Yoon conserva su equipo de seguridad presidencial. Este bloqueó el paso a las autoridades, creando un muro humano y usando vehículos como barrera. Según Mason Richey, académico de la Universidad Hankuk, esta acción podría deberse a una “lealtad incondicional” o a una interpretación errada de su rol legal.

El jefe del servicio de seguridad presidencial (SSP), Park Jong-joon, designado por Yoon meses atrás, está siendo investigado por obstrucción. Sin embargo, sus subordinados continúan impidiendo el arresto, a pesar de que deberían responder al presidente en funciones, Choi Sang-mok.

Polarización política y manifestaciones masivas

El conflicto refleja la polarización política en Corea del Sur. Miles de seguidores de Yoon, inspirados por consignas como «Stop the steal!», se concentraron en su residencia para evitar el arresto. Algunos creen que las elecciones legislativas de 2024 fueron manipuladas, lo que refuerza la tensión.

Por otro lado, los detractores exigen justicia por la fallida ley marcial, considerada un abuso de poder. La policía podría regresar con más agentes, pero los expertos advierten que esto podría escalar a un enfrentamiento violento.

Un caso sin precedentes

La Oficina de Investigación de la Corrupción (OIC), creada tras el escándalo de la expresidenta Park Geun-hye, enfrenta ahora el desafío de arrestar al primer mandatario surcoreano procesado antes de dimitir. La actual orden de arresto expira el 6 de enero, dejando poco margen de maniobra para las autoridades.

La crisis política y social en Corea del Sur marca un precedente histórico. Mientras tanto, la incertidumbre sigue dominando el panorama, con un país dividido entre la justicia y la lealtad política.