La crisis eléctrica en Cuba continúa afectando al 30% de la población. Autoridades trabajan para restaurar el suministro.
El apagón que dejó a toda Cuba sin electricidad el pasado viernes continúa afectando a casi el 30% de los usuarios conectados al Sistema Electroenergético Nacional (SEN), principalmente en las provincias orientales.
La estatal Unión Eléctrica (UNE) informó que solo el 70,89% de los clientes del país tienen servicio eléctrico, lo que refleja un lento proceso de recuperación.
Por otro lado, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) destacó que se sigue trabajando para restablecer por completo el SEN.
Esta mañana, se logró reactivar la unidad 4 de la Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos, lo cual podría permitir que el sistema quede enlazado de occidente a oriente, mejorando la estabilidad en todo el país.
La crisis se agudiza en el oriente de Cuba
Las provincias orientales, como Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, han sido las más afectadas, con una cobertura eléctrica que apenas alcanza el 9% en algunas zonas. La situación se agrava debido a la reciente devastación del huracán Oscar, lo que ha dificultado aún más los esfuerzos para restablecer la energía en la región.
Sin embargo, las autoridades han reportado avances, incluyendo la sincronización de la unidad Felton 1 y la activación de cuatro motores en Moa. Se espera que durante el día se incorporen más unidades para aumentar la cobertura eléctrica en el oriente cubano.
El director de Electricidad del MINEM, Lázaro Guerra, advirtió que a pesar de los avances, seguirán ocurriendo apagones debido al déficit de capacidad de generación. La reactivación completa del sistema depende de la incorporación de todas las unidades, lo cual tomará tiempo.
Además, Guerra señaló que la prioridad es enlazar las regiones occidental y oriental del país, fortaleciendo la estabilidad del sistema y minimizando los apagones en las zonas más críticas.
La crisis eléctrica en Cuba pone de manifiesto la vulnerabilidad del SEN, con una población que se ha visto obligada a adaptarse a constantes apagones y limitaciones energéticas.