Las áreas de traumatología están colapsadas por Motopiruetas, enfatizan la necesidad de políticas públicas que garanticen la salud.
El presidente Nicolás Maduro oficializó las motopiruetas como deporte nacional de Venezuela. Esta disciplina, que consiste en realizar acrobacias sobre motocicletas, busca combinar estética y alta dificultad.
Sin embargo, la falta de regulación y políticas públicas podría convertir este deporte en un riesgo para la salud pública.
El Poliedro de Caracas se convertirá en una pista de entrenamiento para motopiruetas, y se espera que otras entidades también adecúen espacios para esta práctica.
Aunque se mencionó la creación de una ley, aún no se tienen detalles sobre cómo se atenderán las emergencias que puedan surgir.
El Observatorio de Seguridad Vial (OVSV) ya registró cinco muertes relacionadas con motopiruetas tras el anuncio de Maduro.
Tanto el OVSV como Asotránsito enfatizan la necesidad de políticas públicas que garanticen la salud y la integridad de los “deportistas” y el orden público.
La falta de un buen manejo gubernamental podría convertir este deporte en un problema de salud pública.
La situación de los hospitales en Venezuela agrava la preocupación. Según la Encuesta Nacional de Hospitales, el país cuenta con solo cuatro quirófanos por centro de salud, mientras que la media internacional debería estar entre 10 y 15.
Las áreas de traumatología están desbordadas y carecen de capacidad para atender emergencias.
Testimonios de médicos
Jaime Lorenzo, director ejecutivo de Médicos Unidos por Venezuela, señala que el problema no es solo estructural, sino también humano. La fuga de talento debido a la emergencia humanitaria compleja ha afectado a unos 30.000 profesionales de la salud.
Los hospitales, incluso los más grandes, no cumplen con los estándares normales para centros sanitarios.
Lorenzo, médico especialista en salud pública, explica cómo es la cadena de operatividad en los hospitales. Primero, dice, están las salas de emergencia que es el primer sitio dentro del recinto al que llegan los pacientes. «Son de usos múltiples pues ahí van a llegar personas que necesitarán atención por medicina interna, cirugía, trauma shock y traumatología», detalla.
Apunta que «uno de los grandes problemas es hacer el diagnóstico de los traumas» debido a que para eso se necesita hacer radiografías y en los hospitales no hay cómo hacer una, «porque esos servicios están cada día más comprometidos en su capacidad de ayudar a hacer diagnósticos».