Taylor Swift se convierte en dueña total de su música tras pagar 360 millones de dólares por su catálogo. Un hito que sacude la industria musical.
Taylor Swift finalmente logró lo que parecía imposible: recuperar el control total de su música. Después de años de disputas y regrabaciones, la artista estadounidense compró los derechos de su catálogo por 360 millones de dólares, según informó Billboard. Este movimiento la convierte en la única propietaria de todas las canciones que ha compuesto desde niña.
La transacción fue entre Swift y Shamrock Capital, firma que había adquirido los derechos en 2020 tras comprárselos a Scooter Braun, el polémico representante que los obtuvo inicialmente a través de Big Machine Records. Desde entonces, la cantante emprendió un proceso meticuloso de regrabación, lanzando versiones propias de sus primeros seis álbumes, conocidos como Taylor’s Version.
Una jugada histórica para la industria
Aunque Shamrock aspiraba obtener más de 600 millones por el catálogo, la oferta de Taylor, respaldada por el éxito arrollador de su gira The Eras Tour y el apoyo incondicional de sus fanáticos, terminó siendo la elegida. La firma había pagado 300 millones inicialmente y logró una ganancia neta de unos 160 millones, aunque el negocio resultó menos lucrativo de lo esperado.
Por otro lado, Swift dejó claro que este logro es personal y artístico. En sus redes, expresó: «Toda la música que he hecho… ahora… me pertenece. Mis recuerdos, mis eras, mi arte. Este es mi mayor sueño hecho realidad». También agradeció a sus fans por el respaldo que permitió este resultado.
Además, la cantante reafirma con esta jugada su postura histórica sobre el respeto a los derechos de los artistas. En el pasado, ya había exigido mejores condiciones a plataformas de streaming. Hoy, vuelve a marcar la pauta en la industria al demostrar que un artista puede desafiar y cambiar las reglas del negocio musical.