Rusia denuncia amenazas contra familia de su negociador con Ucrania
Rusia denuncia amenazas contra familia de su negociador con Ucrania

El Kremlin denunció amenazas contra la familia de Vladímir Medinski antes de nueva ronda de negociaciones con Ucrania. Moscú exige investigar el caso.

El Gobierno ruso denunció este jueves amenazas dirigidas contra la familia de Vladímir Medinski, jefe de la delegación de Rusia en las negociaciones con Ucrania. Las acusaciones surgen justo antes de la segunda ronda de conversaciones directas, prevista para el 2 de junio en Estambul.

“Es una situación completamente escandalosa. No amenazan directamente al negociador, sino a su familia”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, durante una rueda de prensa telefónica. A su juicio, el caso es “completamente inédito” y debe investigarse con urgencia.

Además, el Comité de Instrucción de Rusia abrió una causa penal para determinar el origen de las amenazas. Por otro lado, medios rusos aseguraron que Medinski y sus familiares aparecen en el portal ucraniano ‘Mirotvorets’, conocido por incluir supuestos “enemigos del Estado”.

Rusia insiste en mantener a Medinski en las negociaciones

A pesar de los rumores publicados por medios estadounidenses, Moscú negó cualquier presión externa para cambiar su equipo negociador. El canciller Serguéi Lavrov afirmó que “Estados Unidos no tiene autoridad para decidir sobre los representantes rusos”. También negó haber recibido sugerencias de Washington para sustituir a Medinski.

Según Lavrov, los miembros de la delegación rusa son designados únicamente por el presidente Vladímir Putin. “Y si Estados Unidos quiere transmitir algo, sabe cómo hacerlo sin rumores humillantes”, subrayó.

Por lo tanto, el Gobierno ruso ratificó su disposición a continuar las conversaciones con Ucrania y propuso una nueva reunión para el 2 de junio en Estambul. La primera ronda se llevó a cabo el 16 de mayo en la misma ciudad, sin avances significativos.

Sin embargo, este nuevo episodio de tensión complica el ambiente previo al diálogo. La presencia de amenazas contra un negociador y su familia pone en duda la seguridad del proceso, en medio de una guerra diplomática cada vez más intensa