Emergencia silenciosa en Cúcuta por migración venezolana
Emergencia silenciosa en Cúcuta por migración venezolana

La falta de ayuda humanitaria y el retiro de cooperantes agravan la situación de los migrantes venezolanos en la frontera de Cúcuta.

La migración venezolana persiste en la frontera de Cúcuta, aunque ya no con las multitudes de años anteriores. Sin embargo, trabajadores humanitarios denuncian una “emergencia silenciosa” ante la falta de recursos, cooperación internacional y refugios operativos. De los 20 espacios de atención a migrantes entre Cúcuta y Bucaramanga, hoy solo sobreviven tres.

Ronald Vergara, un migrante venezolano que dirige uno de los pocos refugios activos, cuenta que ahora cocina arepas con su esposa para quienes pasan por su espacio. Antes contaba con 40 voluntarios y atención integral. Hoy, apenas pueden ayudar a 20 personas al día. El flujo de caminantes, aunque más disperso, sigue siendo constante.

El cierre de espacios se intensificó tras la salida de World Vision en agosto de 2024. La situación empeoró en enero de 2025 con el retorno de Donald Trump al poder en EE. UU., quien ordenó la disolución de Usaid, una de las agencias que más fondos destinaba a la migración en Colombia.

Puertas que se cierran

La ayuda desapareció a medida que los migrantes cambiaron de ruta. Desde 2022, la mayoría optó por cruzar el Darién rumbo a EE. UU., dejando en segundo plano la carretera entre Cúcuta y Pamplona. Esto llevó a los cooperantes a abandonar esa zona. Hoy, incluso quienes retornan a Venezuela encuentran un panorama desolador.

Un estudio reciente proyecta que el 5 % de la población venezolana migrará en los próximos seis meses, lo que representa cerca de un millón de personas. Sin preparación ni recursos, los trabajadores humanitarios advierten que las consecuencias pueden ser devastadoras.

El gobierno colombiano ha encendido las alarmas, pero sin ayuda internacional, la capacidad de respuesta es limitada. Mientras tanto, los migrantes siguen cruzando, muchos sin saber que ya nadie los espera con un plato de comida caliente o un lugar donde descansar.