Alexis Duarte rechaza el resultado electoral en el Esequibo y denuncia “trampas” del chavismo. Llevará su reclamo al CNE pese a no confiar en el ente.
La suspensión de la licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) que permitía a Chevron operar libremente en Venezuela ha provocado un sacudón en el mercado cambiario. En apenas 58 días, el bolívar se depreció 37,7%, superando el retroceso registrado en todo el primer trimestre del año (33,94%).
Chevron, principal proveedor de divisas a la banca venezolana, ha reducido su actividad al mínimo operativo, lo que ha encendido las alarmas entre agentes financieros y consumidores. El temor a que desaparezca uno de los pocos flujos constantes de dólares ha empujado al alza la tasa oficial.
BCV intenta contener la escalada del dólar
Este martes 28 de mayo, el dólar oficial subió más de 50 centavos en un solo día, un salto significativo en un mercado donde el Banco Central de Venezuela (BCV) ha intentado contener la volatilidad a través de intervenciones directas.
Sin embargo, la incertidumbre persiste. Productores y consumidores temen una aceleración inflacionaria, dado que en Venezuela la inflación suele ir de la mano con la depreciación del bolívar. Además, muchos temen que el vacío que deja Chevron en el suministro de divisas empeore la ya frágil estabilidad económica.
Por otro lado, analistas advierten que la escasez de divisas podría tener efectos más amplios, afectando la disponibilidad de productos importados y presionando los precios de bienes básicos.
La situación actual refleja la dependencia del país de actores externos para mantener cierto equilibrio financiero. La salida de Chevron, por tanto, no solo representa un revés petrolero, sino también un golpe duro al frágil mercado cambiario venezolano.
