A pocos días de las elecciones, apenas 16 % de los venezolanos planea votar. Desconfianza en el CNE, apatía y descontento impulsan la abstención.
A solo días de las elecciones parlamentarias y regionales del 25 de mayo, la intención de voto se ubica apenas en 15,9 %, según reveló el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPyG) de la UCAB. La encuesta, elaborada junto a la firma Delphos, muestra que la mayoría de los venezolanos desconfía del proceso electoral y no ve en el voto una vía para el cambio.
De quienes sí están dispuestos a votar, el 74,2 % lo haría por candidatos del PSUV y sus aliados. En contraste, apenas 13,8 % respaldaría a los postulados por figuras opositoras como Manuel Rosales y Henrique Capriles.
Factores de abstención y percepción de cambio
La falta de confianza en el Consejo Nacional Electoral (CNE) encabeza la lista de razones para no participar, con 27,4 % de las menciones. Le siguen quienes consideran que “votar ya no vale la pena” (23,9 %) y quienes creen que hacerlo es renunciar al reclamo por los resultados del 28 de julio (14,4 %).
Aunque el 73,4 % de los encuestados aspira a un cambio político, las expectativas sobre quién puede lograrlo han cambiado. La confianza en la ciudadanía cayó 15 puntos en comparación con meses anteriores, mientras aumentan las esperanzas en las fuerzas armadas (32,4 %) y la comunidad internacional (23,4 %).
Crisis económica, descontento social y posible éxodo
El informe también recoge señales preocupantes. Más del 50 % de los encuestados cree que la situación país empeorará en el próximo año. El 16 % declara que planea emigrar en los próximos meses, lo que podría representar más de 3 millones de personas.
Además, el economista Luis Arturo Bárcenas advirtió que la economía se contraerá 4 % en 2025. La inflación superará el 280 %, el dólar oficial pasará los Bs. 200 y la producción petrolera caerá a 750.000 barriles por día. A esto se suma una posible escasez de combustible por falta de diluyentes.
Una rabia silenciosa crece entre los ciudadanos
Desde lo social, el sociólogo Roberto Briceño León advierte sobre una “rabia muda” que crece en la población. La gente siente que sus esfuerzos no tienen recompensa, mientras otros prosperan sin mérito. Este sentimiento, combinado con miedo, tristeza y desesperanza, alimenta la indiferencia política y la desconexión con el futuro del país.
Por lo tanto, Venezuela se acerca a estas elecciones en un clima de desconfianza, desgaste y polarización. El voto pierde peso como mecanismo de legitimación, mientras el malestar social se profundiza y la posibilidad de un cambio político se torna más incierta.