El papa León XIV pidió a los líderes del mundo negociar para silenciar las armas y ofreció a la Santa Sede como espacio para el encuentro.
El papa León XIV instó este miércoles a los líderes del mundo a sentarse a dialogar “para que callen las armas” y así poner fin a los conflictos que afectan a millones de personas. Durante su discurso en el Jubileo de las Iglesias orientales, el pontífice norteamericano reafirmó el compromiso de la Santa Sede con la paz mundial.
“El pueblo quiere la paz”, dijo con firmeza. “Y yo, con el corazón en la mano, les digo a los líderes del pueblo: ¡reunámonos, hablemos, negociemos!”. Con estas palabras, León XIV dejó clara su postura frente a la escalada de violencia global.
La Santa Sede se ofrece como espacio de encuentro
Además, el papa aseguró que la Santa Sede está disponible para facilitar encuentros entre partes enfrentadas. “Que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos”, propuso, en un llamado directo a las naciones involucradas en conflictos bélicos.
Por lo tanto, el pontífice remarcó que la guerra nunca es inevitable. En su opinión, las armas solo agravan los problemas, no los resuelven. Esta afirmación cobra fuerza en medio del aumento de tensiones en regiones como Oriente Medio, Europa del Este y África.
Un mensaje directo a los líderes del mundo
El papa envió un mensaje sin rodeos a los gobiernos del planeta: “La paz no es una utopía, es una responsabilidad”. Asimismo, criticó el silencio de ciertos líderes y el desinterés ante el sufrimiento de los pueblos afectados.
Por otro lado, su llamado resonó con fuerza entre los representantes de las Iglesias orientales, quienes aplaudieron su disposición a mediar en los conflictos. El evento se convirtió en una plataforma para reforzar el papel diplomático del Vaticano en la escena internacional.
El Vaticano insiste en el camino del diálogo
El discurso de León XIV reafirma la postura histórica del Vaticano en favor de soluciones pacíficas y negociadas. De igual forma, promueve una diplomacia centrada en la dignidad humana y el respeto a los pueblos.
El llamado del papa ocurre en un contexto global marcado por guerras prolongadas y una creciente demanda ciudadana por la paz. Aunque el camino es difícil, su voz representa una esperanza para quienes creen en el poder del diálogo.
EFE-El Nacionalista