Venezuela enfrenta una grave crisis eléctrica con un déficit de 3.500 megavatios. Expertos alertan sobre la pobreza energética y fallas estructurales.
Este 7 de marzo se cumplen seis años de los mega apagones que paralizaron Venezuela. Sin embargo, el país sigue enfrentando una grave crisis eléctrica. Según el ingeniero Juan Carlos Rodríguez, presidente de JCR Consultores, hoy hay 10.000 megavatios de generación disponibles, pero el consumo alcanza los 13.500 megavatios. Además, el sistema no puede distribuir más de 8.500 megavatios.
Raíces de la crisis eléctrica
La crisis eléctrica comenzó en 2006, cuando la demanda superó la oferta de generación. Entre 1998 y 2006, Venezuela contaba con una reserva operativa de casi 50%. Sin embargo, las inversiones en generación se ralentizaron, y la demanda creció debido a nuevas viviendas y equipamientos.
En 2007, con la creación de Corpoelec, la oferta de generación ya era menor que la demanda máxima. Por lo tanto, las medidas de contención, como el cambio de bombillos, no fueron suficientes.
Fallas estructurales y dependencia hidroeléctrica
En 2010, una sequía prolongada y el fenómeno de El Niño redujeron los niveles de agua en los embalses. Esto evidenció la dependencia del país de la generación hidroeléctrica. Además, los sistemas de transmisión de alta tensión, que transportan la energía desde Guayana, presentan cuellos de botella.
Rodríguez explica que, de los 17.000 megavatios hidroeléctricos instalados, solo 7.500 están disponibles. De igual forma, de los 19.000 megavatios termoeléctricos, solo 2.500 están operativos.
Déficit y racionamiento
Actualmente, el déficit entre generación y consumo es de 3.500 megavatios. Por otro lado, el sistema no puede distribuir más de 8.500 megavatios sin colapsar. Esto obliga a un racionamiento profundo, especialmente fuera de Caracas, donde la calidad de la energía es pobre y los bajones son frecuentes.
Rodríguez concluye que la crisis es estructural. «Es una gran crisis energética, no solo eléctrica», subraya. Además, la falta de combustible de Pdvsa agrava el problema al afectar las termoeléctricas.