Javier Milei calificó de «chisme» la investigación de The New York Times que reveló supuestos pagos para acceder a reuniones con él.
El presidente de Argentina, Javier Milei, calificó de «chisme de peluquería» la investigación publicada por The New York Times (NYT), que reveló supuestos pagos para acceder a reuniones con el mandatario durante el foro tecnológico Argentina Tech Forum en octubre de 2024.
Durante una entrevista emitida este domingo por el canal LN+, Milei desestimó las acusaciones y las comparó con «chisme de despechadas». Además, afirmó que el escándalo no lo involucra directamente. «Un problema de terceros con terceros no es un problema mío», declaró.
Supuestos pagos para reuniones con Milei
Según la investigación de NYT, el empresario argentino Mauricio Novelli habría solicitado pagos de 50.000 dólares a empresarios del sector cripto por un espacio como oradores y un breve encuentro con Milei durante el foro. Además, ofreció reuniones privadas con el mandatario por sumas de hasta 500.000 dólares en concepto de «servicios de consultoría».
Cuatro fuentes consultadas por el diario confirmaron que Novelli cobró esas sumas por encuentros con Milei. Sin embargo, no hay pruebas de que el presidente tuviera conocimiento de estas transacciones.
Repercusión internacional del escándalo
La investigación también menciona a Hayden Mark Davis, creador de la criptomoneda $LIBRA, quien aseguró tener control sobre actividades públicas de Milei, insinuando que tales influencias tendrían un coste millonario. «Todo, desde los tuits de Milei hasta su aparición en eventos, tengo control sobre muchas de esas cosas», dijo Davis en un mensaje de audio obtenido por NYT.
Charles Hoskinson, fundador de la plataforma cripto Cardano, también fue citado en el reportaje. «Decían: Oye, danos algo y podremos conseguirte una reunión», afirmó.
Milei defiende su postura
Durante la entrevista, Milei reiteró que su apoyo a $LIBRA en redes sociales buscaba fomentar el financiamiento de emprendedores. Aunque reconoció que «podría haber mentido» alegando un hackeo, decidió no hacerlo. «Todos los que entraron ahí, entraron voluntariamente», sostuvo.
El escándalo ha generado denuncias en Argentina, Estados Unidos y una petición de investigación en España. Además, ha sumido al gobierno argentino en una de sus peores crisis políticas desde que Milei asumió la presidencia.