Primero Justicia enfrenta una grave división interna tras decidir no participar en las elecciones de 2025. Capriles y Martínez lideran posturas opuestas.
Primero Justicia (PJ), uno de los principales partidos de oposición en Venezuela, atraviesa una profunda crisis interna tras la decisión de no participar en las elecciones regionales y parlamentarias convocadas para 2025. La fractura se evidencia en las posturas enfrentadas entre la presidenta del partido, María Beatriz Martínez, y el ala liderada por Henrique Capriles.
El Comité Político Nacional de PJ anunció, con el 85% de los votos, que no participará en los comicios del 25 de mayo, calificándolos como un «fraude» del gobierno de Nicolás Maduro. Martínez insistió en que concurrir a las elecciones sería aliarse con el oficialismo. Sin embargo, Capriles y sus seguidores defienden el voto como herramienta de lucha democrática, sin dejar de reclamar por los resultados del 28 de julio, cuando Edmundo González Urrutia fue electo presidente.
Disputa pública y acusaciones cruzadas
La pugna interna se ha agudizado en los últimos días, con acusaciones públicas y comunicados que revelan la falta de consenso. Capriles denunció que la reunión del Comité Político se realizó «sin garantías» y cuestionó la legitimidad de Martínez para convocar a los miembros del partido. Además, acusó a la directiva de secuestrar las comunicaciones oficiales y de excluir a líderes regionales.
Por su parte, Martínez acusó a Capriles y a Tomás Guanipa, vicepresidente político de PJ, de alinearse con la estrategia de Maduro al promover la participación en las elecciones. «No podemos legitimar un proceso que busca imponer el Estado Comunal y aniquilar la soberanía popular», afirmó.
Descontento regional y fractura organizativa
La crisis no se limita a la cúpula del partido. Dirigentes regionales de 17 estados firmaron una carta en la que cuestionaron la convocatoria al Comité Político y exigieron respeto a las diversas posturas. Además, denunciaron la expulsión arbitraria de miembros que defendían el derecho al voto.
Juan Pablo Guanipa, líder nacional de PJ, respaldó la decisión de no participar en los comicios, calificándolos como un «sainete». Sin embargo, otros dirigentes, como José Guerra, presidente de PJ en el Distrito Capital, consideran que la postura oficial debilita la lucha por el cambio democrático.
Historial de tensiones y desafíos futuros
Esta no es la primera vez que Primero Justicia enfrenta tensiones internas. Desde 2021, el partido ha vivido un proceso de erosión organizativa, marcado por disputas electorales y diferencias ideológicas. La derrota de Tomás Guanipa en Caracas y el respaldo al gobierno interino de Juan Guaidó son solo algunos de los episodios que han dejado heridas abiertas.
Mientras tanto, Julio Borges, miembro fundador y exiliado desde 2017, respaldó la postura de Martínez y criticó a quienes buscan «promover una vía colateral» que legitime a Maduro. Por su parte, Capriles respondió con firmeza: «No perdamos ni un minuto en lo que Julio Borges diga».
La división en Primero Justicia refleja los desafíos que enfrenta la oposición venezolana en su lucha por la democracia. Con posturas irreconciliables y una crisis de liderazgo, el partido fundado hace 25 años parece estar en un punto de quiebre. Mientras algunos insisten en mantener la unidad y la presión internacional, otros defienden el voto como la única vía para lograr el cambio.