El conflicto en Catatumbo, Colombia, afecta a 80.000 personas. ONG exigen acción urgente para proteger civiles y brindar asistencia.
El conflicto entre grupos armados en la región colombiana de Catatumbo, fronteriza con Venezuela, ha dejado a unas 80.000 personas necesitadas de ayuda humanitaria urgente. Según el Consejo Noruego de Refugiados (NRC), la violencia ha provocado el confinamiento de 8.000 personas, restricciones de movimiento para 19.000 y el desplazamiento forzado de 52.000.
Jessica Wanless, responsable de comunicaciones de NRC, destacó que el número de desplazados en Catatumbo supera el total registrado en todo Colombia durante 2024. «En sólo 30 días, la crisis humanitaria en esta región ha alcanzado niveles alarmantes», afirmó.
Restricciones a la ayuda humanitaria agravan la crisis
Los grupos armados han bloqueado el acceso a asistencia humanitaria, dejando a miles de familias en situación de extrema vulnerabilidad. Jan Egeland, excoordinador humanitario de la ONU y director de NRC, subrayó la gravedad de la situación.
Giovanni Rizzo, responsable de NRC en Colombia, instó al Gobierno a priorizar la protección de civiles. «Colombia no puede normalizar esta crisis. Es la peor en casi 30 años», señaló. Además, destacó que la declaración del «estado de conmoción interna» evidencia la necesidad de apoyo internacional.
Gobierno y comunidad internacional bajo presión
El conflicto en Catatumbo ha llevado al Gobierno colombiano a tomar medidas excepcionales. Sin embargo, las organizaciones humanitarias exigen acciones más contundentes para garantizar la seguridad de los civiles y el acceso a la ayuda.
La ONG también alertó sobre el riesgo de que la crisis se extienda a otras regiones. «La violencia en Catatumbo no es un problema aislado. Puede desestabilizar toda la zona fronteriza», advirtió Rizzo.