Venezuela califica de «falsas y temerarias» las acusaciones del Comando Sur de EE.UU. sobre narcoterrorismo y corrupción.
Venezuela rechazó este jueves las declaraciones del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el almirante Alvin Holsey, quien acusó al gobierno de Nicolás Maduro de estar involucrado en narcoterrorismo, corrupción y abusos de derechos humanos. Caracas calificó estas afirmaciones como «falsas y temerarias».
A través de un comunicado, el gobierno venezolano repudió «categóricamente» las acusaciones formuladas por Holsey durante su comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense. Además, el almirante afirmó que Venezuela «ejemplifica los efectos devastadores de un régimen autoritario».
Acusaciones y respuestas
La Administración de Maduro, que inició su tercer mandato consecutivo en enero de 2025, aseguró que las declaraciones de Holsey «carecen de fundamento» y repiten una «narrativa engañosa». Por otro lado, Caracas criticó el historial de injerencismo y actitudes colonialistas del Comando Sur.
«Rechazamos las descalificaciones de organizaciones militares estadounidenses, como el Comando Sur, que tienen un historial de injerencismo y actitudes colonialistas», expresó el gobierno venezolano. De igual forma, aseguró que las acusaciones de narcotráfico y corrupción son «fake news» y campañas de guerra sucia que ya han demostrado su fracaso.
Enfrentamiento al narcotráfico de Venezuela
Venezuela afirmó que enfrenta el narcotráfico con un «modelo soberano y responsable», combatiendo un problema cuyas raíces, según el gobierno, se encuentran fuera de sus fronteras. «El Gobierno bolivariano reafirma su compromiso con la paz, la estabilidad y un mundo multicéntrico y pluripolar», agregó el comunicado.
Por su parte, Holsey insistió en que los representantes de Maduro «abrazan cada vez más el narcotráfico y otras actividades ilícitas para su enriquecimiento personal, mientras el pueblo venezolano sufre». Además, calificó de «fraudulenta» la reelección de Maduro y señaló que Venezuela se ha convertido en un «centro de tráfico de cocaína y armas».
Este enfrentamiento verbal refleja las tensiones entre ambos países, en un contexto de creciente presión internacional sobre el gobierno venezolano.