Nicolás Maduro promete el fin de la migración venezolana si EE.UU. elimina sanciones, tras la repatriación de 190 deportados.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que ningún migrante venezolano saldrá del país si Estados Unidos levanta las sanciones económicas impuestas. Durante un discurso transmitido en cadena nacional, Maduro reiteró su compromiso de garantizar el retorno de los venezolanos que han emigrado.
“Si Estados Unidos levanta todas las sanciones, ni un migrante saldrá de nuestro país y todos los migrantes que quedan afuera regresarán a trabajar, a construir y a hacer próspera Venezuela”, declaró el mandatario. Además, aseguró haber transmitido este mensaje directamente a Richard Grenell, enviado especial del expresidente estadounidense Maduro .
Repatriación de venezolanos marca un hito
Este anuncio se produjo durante la recepción de 190 venezolanos deportados desde Estados Unidos, quienes llegaron al Aeropuerto Internacional de Maiquetía en dos aviones de Conviasa. Según reportes, algunos de los deportados llegaron esposados, aunque les quitaron las restricciones antes de descender.
El operativo contó con la presencia de cientos de policías y militares venezolanos, así como del ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, y representantes de la Cruz Roja. Maduro destacó que Venezuela es el único país con un plan para repatriar a sus ciudadanos “con dignidad, respeto y amor”.
Un llamado al diálogo bilateral
De igual forma, el presidente venezolano expresó su disposición para construir una nueva agenda de relaciones con Estados Unidos, basada en el respeto y el entendimiento mutuo. “Venezuela asume la necesidad de construir una agenda de un nuevo inicio en relaciones históricas de respeto, comunicación y entendimiento con los EE.UU.”, afirmó.
Sin embargo, las sanciones económicas siguen siendo un punto de tensión entre ambos países. Maduro insistió en que su levantamiento no solo beneficiaría a Venezuela, sino que también detendría la migración masiva hacia territorio estadounidense.
Este acuerdo migratorio, firmado el pasado 31 de enero, marca un paso significativo en las relaciones bilaterales, aunque su impacto a largo plazo aún está por verse.
