El canciller Yván Gil calificó de «engañosas» las cifras de la ONU sobre ayuda humanitaria en Venezuela y denunció desvío de fondos.
El canciller venezolano, Yván Gil, calificó este miércoles como «engañosas» las cifras del sistema de Naciones Unidas sobre la ayuda humanitaria en Venezuela. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que 3,5 millones de ciudadanos recibieron asistencia en 2024, pero Gil aseguró que estos datos buscan «lavarle la cara» a quienes desviaron los fondos.
“Algunos burócratas del sistema de Naciones Unidas pretenden encubrir el escándalo que está por estallar”, afirmó Gil en su canal de Telegram. Según el canciller, la ayuda de agencias como Usaid «nunca llegó realmente a quienes más lo necesitaban».
Gil acusó que el dinero destinado a la ayuda humanitaria terminó en «los bolsillos de los opositores, en cuentas bancarias en el exterior, en financiamiento para campañas mediáticas y en la organización de guarimbas». Además, aseguró que parte de los fondos se usaron para comprar armas y suministrar drogas.
“Lo que hubo fue una operación de corrupción y sabotaje, disfrazada de ‘ayuda humanitaria’”, manifestó el canciller. Sin embargo, no presentó pruebas concretas para respaldar sus afirmaciones.
La OCHA reportó que, durante 2024, más de 3,5 millones de venezolanos recibieron asistencia humanitaria, incluyendo alimentos, medicinas y servicios básicos. No obstante, Gil insistió en que estas cifras están infladas para ocultar el presunto desvío de recursos.
“Ante la inminente caída del castillo de mentiras, sacan reportes inflados para fingir que hicieron algo”, señaló.
Contexto de la ayuda humanitaria en Venezuela
Venezuela enfrenta una crisis humanitaria compleja, agravada por sanciones internacionales y la pandemia. Organizaciones como la ONU y Usaid han canalizado fondos para aliviar la situación, pero el gobierno venezolano ha criticado reiteradamente su gestión.
Mientras tanto, la población sigue sufriendo escasez de alimentos, medicinas y servicios básicos, lo que aumenta la dependencia de la ayuda internacional.
Las declaraciones de Gil han generado polémica, especialmente por la falta de evidencias que respalden sus acusaciones. Por otro lado, la ONU y otras agencias humanitarias no han respondido oficialmente a las críticas.
Este enfrentamiento refleja la tensión entre el gobierno venezolano y la comunidad internacional, en un contexto donde la transparencia en el manejo de los fondos humanitarios sigue siendo un tema pendiente.