Jueza federal bloquea orden de Trump que buscaba eliminar la ciudadanía por nacimiento en EE.UU, al considerar que viola la Enmienda 14 de la Constitución.
Una jueza federal de Maryland, Deborah Boardman, emitió este miércoles una orden preliminar que paraliza a nivel nacional la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, la cual buscaba poner fin a la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados. La decisión se produjo tras una audiencia en la que cinco mujeres indocumentadas embarazadas, representadas por el Instituto de Defensa y Protección Constitucional del Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown, argumentaron en contra de la medida.
La Enmienda 14 como base del fallo para Trump
La jueza Boardman determinó que la orden ejecutiva de Trump viola la Enmienda 14 de la Constitución de los Estados Unidos, la cual establece que toda persona nacida en suelo estadounidense obtiene automáticamente la nacionalidad, independientemente del estatus migratorio de sus padres. En su fallo, Boardman señaló que negar este derecho «causará un daño irreparable» al país y contradice un precedente de 125 años de la Corte Suprema.
“La orden ejecutiva entra en conflicto con el lenguaje claro de la Enmienda 14, contradice un precedente vinculante de la Corte Suprema y contradice la historia de 250 años de ciudadanía por nacimiento de nuestra nación”, afirmó la jueza. Además, destacó que ningún tribunal del país ha respaldado jamás la interpretación de Trump sobre la cláusula de ciudadanía.
Impacto nacional y reacciones
La orden de Boardman tiene aplicación a nivel nacional y es más permanente que la restricción temporal emitida el pasado 23 de enero por el juez federal John C. Coughenour, de Seattle, quien también consideró «inconstitucional» la medida de Trump. La decisión de Boardman fue celebrada por grupos de derechos civiles y organizaciones proinmigrantes, quienes argumentaron que la orden ejecutiva formaba parte de una serie de medidas antiinmigrantes impulsadas por el nuevo Gobierno.
Por otro lado, la orden ejecutiva de Trump ha generado un intenso debate sobre la inmigración y los derechos constitucionales en Estados Unidos. Mientras sus seguidores defienden la medida como una forma de controlar la migración irregular, sus críticos la consideran un ataque directo a los principios fundamentales de la nación.
