El conflicto en Goma, RDC, deja a la población sin agua ni electricidad, mientras el M23 avanza y la ONU analiza la crisis. Residentes denuncian saqueos y violencia.
Ráfagas de disparos y combates continúan este martes en Goma, ciudad estratégica del este de la República Democrática del Congo (RDC), tras la entrada de los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), apoyados por Ruanda. Este grupo tomó control de la ciudad luego de semanas de avances militares, exacerbando la crisis humanitaria en la región.
Tensión en la capital y respuesta internacional
En Kinshasa, capital de la RDC, manifestantes atacaron las embajadas de Ruanda, Francia, Bélgica y Estados Unidos. Las autoridades congoleñas acusan a Ruanda de apoyar militarmente al M23, mientras critican a otras naciones por su inacción frente a la crisis. Ante esto, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia para abordar la situación.
Goma bajo asedio
La violencia en Goma ha dejado a sus dos millones de habitantes, muchos de ellos desplazados, sin acceso a agua ni electricidad. Desde el domingo, los bombardeos han afectado infraestructuras clave, obligando a los ciudadanos a permanecer encerrados. Sin embargo, algunos se aventuran al lago cercano para buscar agua, desafiando el peligro.
Los residentes denuncian saqueos y abusos tanto por parte de milicianos del M23 como de soldados congoleños. “Nos robaron todo, incluso los zapatos”, declaró Jospin Nyolemwaka, quien huyó de su barrio.
Un conflicto histórico
El este de la RDC vive una constante inestabilidad desde el genocidio ruandés de 1994. Este conflicto, marcado por disputas étnicas y el control de recursos minerales, sigue siendo alimentado por tensiones regionales. La crisis actual pone en evidencia la fragilidad de la región y la urgente necesidad de una respuesta internacional contundente.
EFE-El Nacionalista