Brayan Campo, confeso asesino de Sofía Delgado, fue trasladado a la cárcel La Tramacúa. La sociedad exige justicia y medidas más severas.
Brayan Campo, confeso asesino de Sofía Delgado, fue trasladado a la cárcel La Tramacúa. La sociedad exige justicia y medidas más severas.
Brayan Campo, quien confesó ser el autor del asesinato de Sofía Delgado, de 12 años, en Candelaria, Valle, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa en Valledupar.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) llevó a cabo un fuerte operativo en el aeropuerto Alfonso López para asegurar su llegada al penal, conocido por albergar a criminales peligrosos.
Antecedentes y cargos aceptados
Campo aceptó ante un juez de control de garantías los cargos de feminicidio agravado, secuestro y ocultamiento de pruebas. El crimen ocurrió el 29 de septiembre, cuando el acusado secuestró a Sofía mientras ella se dirigía a comprar champú para su mascota.
El cuerpo fue encontrado la semana pasada en un cañaduzal, donde había sido enterrado tras ser golpeado con un objeto contundente.
Por otro lado, la Fiscalía informó que Campo ya tenía antecedentes por violencia sexual contra otra menor en 2018, caso que no prosperó debido a vencimientos de términos.
La noticia ha despertado indignación en la sociedad, que reclama justicia ante la reincidencia en delitos graves.
La Tramacúa, un destino para los criminales más peligrosos
La cárcel La Tramacúa, inaugurada en el 2000, es uno de los centros penitenciarios más seguros de Colombia. Allí han estado recluidos delincuentes de alto perfil como narcotraficantes y asesinos. Su estructura robusta y las medidas de seguridad implementadas buscan evitar fugas y mantener un estricto control de los internos.
Sin embargo, la comunidad de Candelaria y el país entero siguen consternados y exigen que se esclarezcan todos los detalles del caso. Las autoridades investigan si hubo complicidad de terceros en el feminicidio.
Por último, la gobernadora Toro expresó su repudio, calificando a Campo de «monstruo» y lamentando que personas con antecedentes tan graves sigan en libertad, exponiendo a la sociedad a peligros irreparables.