El número de muertos por los bombardeos israelíes de este lunes contra diversos puntos del Líbano asciende ya a 274 y el de heridos supera un millar, mientras continúan las evacuaciones masivas del sur del Líbano, informó el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
El titular del departamento, Firas Abiad, informó en rueda de prensa de que los ataques aéreos que se suceden desde esta mañana en las regiones meridional y oriental del país dejan ya 274 fallecidos y 1.024 heridos, y explicó que algunos de ellos alcanzaron ambulancias y centros médicos.
En concreto, dos trabajadores sanitarios murieron y otros 16 resultaron heridos por los bombardeos mientras participaban en las operaciones para trasladar a las víctimas a diferentes hospitales.
Un clima de tensión persistente
La zona ha sido testigo de constantes intercambios de fuego entre las fuerzas de Hezbollah y el ejército israelí, en un conflicto que amenaza con desbordarse.
El bombardeo más reciente afectó áreas rurales, incluyendo una base militar abandonada que se encuentra en manos de Hezbollah, provocando la muerte de un hombre cuyo nombre no ha sido revelado por las autoridades.
La organización también advirtió sobre posibles represalias, lo que incrementa el riesgo de una escalada mayor. En respuesta a los bombardeos, Hezbollah emitió un comunicado en el que aseguró que no permitirá que Israel continúe con sus «agresiones» en territorio libanés.
Israel, por su parte, justificó sus acciones como medidas defensivas ante los ataques con cohetes provenientes del sur del Líbano, que han impactado en varias zonas fronterizas israelíes.
Las Naciones Unidas y varias organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por el aumento de las hostilidades y el impacto en la población civil
