Un estudio global alerta que la resistencia a los antibióticos podría causar más de 39 millones de muertes para 2050. Conoce los grupos más afectados y sus causas.
Una amenaza creciente la resistencia antibióticos
La resistencia a los antibióticos está escalando de manera alarmante y se estima que provocará más de 39 millones de muertes a nivel global para el año 2050. Así lo revela un análisis exhaustivo publicado por la revista The Lancet, que analiza los impactos de la resistencia antimicrobiana (RAM) desde 1990 hasta 2021 y proyecta sus efectos futuros.
Este estudio ha monitoreado la situación en 204 países y territorios, evidenciando una tendencia preocupante: aunque las muertes por RAM en niños menores de 5 años han disminuido un 50 % en este periodo, las defunciones entre adultos mayores de 70 años han aumentado un 80 %.
Mayor riesgo entre los adultos mayores
La investigación destaca que, mientras los avances en el tratamiento infantil han sido notables, la población anciana enfrenta un riesgo creciente. En este sentido, el incremento de infecciones resistentes a los antibióticos representa una amenaza seria para la salud pública global.
Uno de los aspectos más alarmantes es el aumento constante de las infecciones por bacterias resistentes, lo que hace cada vez más difícil tratar enfermedades comunes como la neumonía, infecciones del tracto urinario y sepsis.
Impacto en la sanidad global
El análisis revela que, durante el período de estudio, más de un millón de personas murieron cada año debido a la resistencia antimicrobiana. Este impacto se siente de manera desproporcionada en regiones con menos acceso a atención médica avanzada y donde el uso indebido de antibióticos es más común.
Los expertos destacan la urgencia de adoptar políticas globales para mitigar la propagación de estas infecciones, incluyendo una mejor regulación del uso de antibióticos y mayores inversiones en investigación para desarrollar nuevos tratamientos.
Un futuro preocupante
A medida que la resistencia a los antibióticos continúa creciendo, el futuro de la atención médica global se encuentra en una encrucijada. Si no se toman medidas drásticas para controlar esta amenaza, el costo en vidas humanas será enorme, con implicaciones devastadoras para los sistemas de salud en todo el mundo