La crisis económica en Venezuela sigue escalando, y según José Manuel Muñoz, economista y profesor universitario, esta situación será determinante para que Nicolás Maduro se siente a negociar.
Muñoz aseguró que las presiones internas y externas están empujando al gobierno a reconsiderar su postura, especialmente ante la inminente dolarización de la economía.
La negociación como única salida
Muñoz argumenta que el agotamiento de los recursos y la falta de acceso al financiamiento internacional están dejando al gobierno con pocas opciones. «Es la economía, no la política, lo que va a llevar a Maduro a la mesa de negociación», afirmó, destacando que la presión económica es insostenible a largo plazo.
El profesor también señaló que las sanciones internacionales han jugado un papel crucial en esta crisis. A pesar de los esfuerzos del gobierno por evadirlas, las sanciones han limitado gravemente la capacidad del país para generar ingresos. Esto, a su vez, ha afectado directamente a la población, que enfrenta una inflación galopante y un deterioro en la calidad de vida.
-¿Qué debería ocurrir de aquí al 10 de enero de 2025?
-Hay un principio: entre más poder, mayor responsabilidad. Los que detentan el poder, los que tienen el poder, tienen la responsabilidad de tratar de revertir la crisis.
-¿Como?
-Tienen los instrumentos. Hablamos de la Sala Constitucional. También, a través de un proceso de negociación en el cual ellos tendrían sólidas posiciones de poder, porque tienen la institucionalidad del país y, por lo visto, el apoyo de la Fuerza Armada. Además, con mandatos muy bien acotados. Estamos hablando de la Asamblea Nacional hasta enero de 2026; de gobernaciones y alcaldías, de concejos municipales hasta enero de 2026; estamos hablando del fiscal hasta 2027.
-¿Una negociación que permita qué cosas?
-Hacer útil la elección, y eso solo se logra publicando los resultados de la forma como está previsto en la ley. Eso podría ser el inicio de la negociación. Y, después, todo lo que sería el proceso transicional, en el cual los poderes constituidos, si el resultado es el que muchos creemos que pasó, que ganó el embajador González Urrutia, cómo esos dos poderes, el emergente y el constituido, se las arreglan, se ponen de acuerdo para coexistir. Y, lo que es más importante, cómo transitamos el camino de recuperación de la confianza en las instituciones venezolanas. Eso no ocurre de la noche a la mañana, es un proceso que lleva tiempo y que debe ser acordado y planificado.
-¿Quién se sienta y cómo se sienta?
-Si personalizamos, se deben sentar González Urrutia y Maduro, que son los que consideran que ganaron las elecciones. Eso no impide que haya otros representantes, pero las cabezas de la negociación tienen que ser ellos dos.
-¿Quién los sienta?
-Se habla mucho de las salas situaciones de Miraflores. Estoy seguro de que se deben haber hecho algunos escenarios económicos.
En este contexto, Muñoz enfatizó que la negociación no es solo una posibilidad, sino una necesidad urgente. «Sin un acuerdo, el país podría enfrentarse a una crisis aún más profunda», advirtió.
Sin embargo, González Urrutia subrayó que cualquier negociación debe ser transparente y con garantías de cumplimiento.
En conclusión, los expertos coinciden en que la economía será el catalizador que obligará al gobierno de Maduro a buscar una salida negociada a la crisis actual, marcando un punto de inflexión en la historia reciente del país.