Enrique Márquez, de Un Nuevo Tiempo, plantea recusación a la presidenta de la Sala Electoral del TSJ, alegando vínculos con un partido político.
pasado 19 de agosto, la oposición venezolana llevó a cabo una acción decisiva en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). En un intento por asegurar la imparcialidad del sistema electoral, representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) solicitaron la recusación de la presidenta de la Sala Electoral, la magistrada Indira Alfonzo.
Según Enrique Márquez, dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, esta decisión se basa en la supuesta vinculación de Alfonzo con una parcialidad política.
Márquez explicó que la recusación se fundamenta en la necesidad de garantizar un proceso electoral transparente y justo. Afirmó que la presencia de una figura vinculada a un partido en un cargo clave del sistema electoral representa un conflicto de intereses. La acción busca crear un precedente que proteja la integridad de las futuras elecciones en Venezuela.
Durante la rueda de prensa, el líder opositor destacó la importancia de contar con instituciones imparciales. Subrayó que la confianza del electorado en el sistema es fundamental para la democracia. Asimismo, instó a la ciudadanía a estar alerta y exigir claridad en el manejo de los procesos electorales.
La solicitud de recusación se produce en un contexto de creciente desconfianza hacia el TSJ. La oposición ha criticado constantemente las decisiones del tribunal, considerándolo un instrumento al servicio del gobierno. En este sentido, la medida de Márquez pretende desafiar la legitimidad del actual sistema judicial.
la MUD mantiene su lucha por el respeto a los derechos políticos
A pesar de las adversidades, la MUD mantiene su lucha por el respeto a los derechos políticos en el país. La acción ante el TSJ se enmarca dentro de una estrategia más amplia para reivindicar la voluntad popular.
Los líderes opositores aseguran que continuarán presionando para que se respete la voluntad del electorado.
En conclusión, la recusación presentada representa un nuevo capítulo en la lucha por la democracia en Venezuela. La oposición reafirma su compromiso de buscar un cambio real en el sistema electoral. De esta manera, la solicitud busca abrir un debate sobre la independencia de las instituciones y la necesidad de reformas profundas.