EEUU estaría dispuesto a otorgar amnistía a Nicolás Maduro y sus colaboradores si acepta los resultados electorales y facilita una transición pacífica.
El gobierno de los Estados Unidos (EEUU) está dispuesto a ofrecer una amnistía total a Nicolás Maduro, siempre que acepte los resultados de las elecciones del 28 de julio y acuerde una transición pacífica y democrática con Edmundo González, a quien la oposición venezolana señala como el verdadero ganador de los comicios.
Esta información fue revelada por el medio estadounidense The Wall Street Journal, citando fuentes cercanas a la administración de Joe Biden.
De acuerdo con el reportaje, la administración norteamericana está llevando a cabo un «intento arriesgado» para presionar a Maduro a renunciar al poder.
Las negociaciones, que se realizaron de manera virtual, incluyeron discusiones sobre indultos para los principales colaboradores de Maduro y garantías de que no se solicitaría su extradición.
Daniel Erikson, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, y Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional 2020, habrían liderado estas conversaciones.
Amnistía
Lo más llamativo es que la amnistía propuesta es prácticamente idéntica a la que se ofreció en las negociaciones del año pasado en Catar, las cuales Maduro rechazó categóricamente. Sin embargo, según la información del Wall Street Journal, su posición al respecto parece no haber cambiado, lo que pone en duda la efectividad de esta nueva oferta.
Es crucial recordar que el mandatario venezolano enfrenta acusaciones de narcoterrorismo y corrupción por parte de la justicia norteamericana, que ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a su captura. Este hecho subraya el complejo entramado diplomático y judicial que rodea cualquier posible transición en Venezuela.
Un dato que podría añadir una nueva capa de tensión a estas negociaciones es que, según fuentes anónimas, dentro del propio chavismo existen facciones que ven con buenos ojos una transición ordenada, en contraste con la postura intransigente de Maduro. Esto podría abrir una grieta en el monolito del poder chavista.