El luchador de artes marciales mixtas, Conor McGregor, enfrenta una condena por delitos de tráfico en Dublín.
La sentencia incluye la retirada del carné de conducir durante dos años y una multa de 5.000 euros.
A pesar de una pena de cárcel de cinco meses, no cumplirá prisión a menos que reincida. El juez describió sus acciones como “atroces incidentes de conducción peligrosa” en su lujoso Bentley Continental GT.
La noticia destaca la gravedad de los hechos y la necesidad de investigaciones imparciales para garantizar la justicia y la seguridad vial.
Durante el juicio, la acusación demostró que el deportista se saltó un semáforo en rojo, atravesó el tráfico de coches a gran velocidad y estuvo a punto de colisionar con otro vehículo al tratar de incorporarse a una autopista.
McGregor, que ya tenía varias condenas por delitos de tráfico, quedó detenido y llevado a una comisaría, al tiempo que la Policía inmovilizó el vehículo, valorado en más de 170.000 euros.
Al leer hoy la sentencia, el juez, David McHugh, describió sus actos como una «serie de atroces incidentes de conducción peligrosa» al volante de su lujoso Bentley Continental GT.
El magistrado tomó en cuenta el hecho de que McGregor se declaró culpable de los cargos, pero insistió en que sus infracciones de tráfico son «persistentes, prolongadas y deliberadas», por lo que le conmutó la pena de prisión por la libertad condicionada
