Horario mosaico afecta la educación en Venezuela
Horario mosaico afecta la educación en Venezuela

Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, advierte sobre el impacto negativo del horario mosaico.

Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), ha señalado que el año escolar 2023-2024 concluyó con un déficit significativo debido a varios factores, entre ellos, el horario mosaico.

Calatrava explicó que el 82 % de las escuelas adoptaron este horario, concentrando las clases en dos o tres días a la semana. Esta medida fue acordada entre directores, maestros y representantes.

El horario mosaico se implementó principalmente debido a las condiciones estructurales de los centros educativos y los bajos salarios de los docentes, quienes deben buscar otros trabajos para sostener a sus familias.

Considera que esta situación representa un retroceso para el país, ya que la presencia constante de los estudiantes en las aulas es crucial para su aprendizaje, socialización y desarrollo cognitivo.

El profesor enfatizó que la falta de asistencia regular a la escuela afecta negativamente el futuro del país. “Un niño que no va a la escuela es un saldo negativo para el destino del país”, afirmó.

Además, destacó que los bajos salarios de los docentes son un reflejo de la baja calidad educativa actual en Venezuela. 

Así nadie aprende con el horario mosaico

En Petare, una madre que prefiere mantener su identidad en reserva, ha expresado su preocupación por la educación de sus hijos, quienes cursan segundo y sexto grado de primaria.

Según relata, sus hijos “nunca han tenido clases los cinco días de la semana”. Al inicio del período escolar 2022-2023, las clases se impartían de lunes a jueves, aunque con horarios variables según las notificaciones del colegio.

La situación se agravó a partir del 9 de enero de 2023, cuando las protestas de los maestros llevaron a una reducción de los días de clases. De cuatro días a la semana, pasaron a ser solo dos.

La madre, identificada como Ana, señala que en marzo la situación empeoró aún más, reduciéndose a un solo día de clases por semana. “Ven tres horas de clases a la semana y el resto del tiempo solo reciben tareas para hacer en casa”, explica Ana.

Este testimonio refleja una problemática más amplia en el sistema educativo venezolano, donde las condiciones laborales de los docentes y las protestas han llevado a la implementación de un horario mosaico.

Esta medida, aunque comprensible desde el punto de vista de los maestros, tiene un impacto negativo en el proceso de aprendizaje y desarrollo de los estudiantes.