José Raúl Mulino, de 65 años, asumió la Presidencia de Panamá para el período 2024-2029 en un acto celebrado en la capital panameña.
El evento contó con la presencia de jefes de Estado y de Gobierno, y se llevó a cabo después de que Mulino ganara las elecciones del pasado 5 de mayo con más del 34 % de los votos.
Durante la ceremonia, la diputada Dana Castañeda, presidenta de la Asamblea Nacional (AN), impuso la banda presidencial a Mulino.
Entre los asistentes se encontraban el rey de España, Felipe VI, así como los presidentes Gustavo Petro (Colombia), Rodrigo Chaves (Costa Rica), Xiomara Castro (Honduras) y Luis Abinader (República Dominicana).
En su juramento, Mulino prometió cumplir y hacer cumplir la ley y la Constitución. Acompañado por su esposa y primera dama, Maricel Cohen de Mulino, recibió emocionado la banda presidencial.
El camino hacia la presidencia no fue sencillo para Mulino. Inicialmente, comenzó como aspirante a vicepresidente en la fórmula del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014).
Sin embargo, debido a la inhabilitación de Martinelli por corrupción y su posterior asilo en la Embajada de Nicaragua en Panamá, Mulino ocupó el cargo de presidente.
A pesar de su rotunda victoria en las elecciones presidenciales, la elección parlamentaria fue más reñida.
El partido gobernante Realzando Metas (RM), fundado por Martinelli tras perder el control de su formación original, Cambio Democrático (CD), se alió con los partidos tradicionales para obtener la directiva del Parlamento.
Los independientes, por primera vez en la historia democrática del país, se convirtieron en la primera minoría parlamentaria con 20 escaños, superando ampliamente los 5 que tenían en la legislatura anterior.
Los históricos partidos como el Partido Revolucionario Democrático (PRD)
Los históricos partidos como el Partido Revolucionario Democrático (PRD) obtuvieron 13 curules, mientras que el CD alcanzó 8 (anteriormente tenía 18) y el Partido Panameñista (PPa) mantuvo sus 8 escaños.
Mulino enfrenta diversos desafíos, incluyendo la reactivación económica, el colapso del sistema de pensiones, la crisis hídrica en el canal de Panamá y la migración irregular hacia EE.UU.
Además, la controversia minera también está en su agenda mientras busca sacar al país de la crisis y generar consensos en la Asamblea .
