Canasta alimentaria influye en la deserción escolar
Canasta alimentaria influye en la deserción escolar

Canasta alimentaria influye en la deserción escolar, los maestros enfrentan desafíos, en un sistema en declive.

En Venezuela, la educación se encuentra en una situación crítica. Maestros y estudiantes han abandonado las aulas, afectando el fundamento democrático y el desarrollo del país.

Testimonios de la condición de salarios en Venezuela

Lilia Arvelo, expresidenta del Colegio de Profesores de Venezuela, denuncia la falta de estímulo para los docentes y la deserción escolar. La canasta alimentaria está en 500 dólares, y muchos educadores luchan para sobrevivir.

El talento humano se retira, y la educación se desvanece como un cohete perdido.

¿Cómo es posible que solo se estén dando dos días de clases y que los otros tres días sean para que los educadores se rebusquen? La canasta alimentaria está en 500 dólares. ¿Quién gana eso, o la mitad de eso?», interroga Arvelo. En estas condiciones tampoco hay estímulo para que los docentes estudien, alerta.

«Lo primero es entender la importancia que tiene la recuperación del salario de los trabajadores para pueda haber educación en Venezuela. No hay posibilidades de seguir preparando a nuestros niños y jóvenes si no entendemos que hay que atender el tema económico», explica Gricelda Sánchez, presidenta de Fordisi.

«Lo económico priva en que el docente pueda ir a la escuela, pueda alimentarse», señala Sánchez. Un pasaje mínimo en el transporte público ya va por los 15 bolívares o poco más de 0,30 centavos de dólar.

El problema no es nuevo. Ya desde hace años las alarmas están sonando. Los primeros en desertar han sido los propios alumnos. Diversos reportajes de prensa dan cuenta de cómo miles de niños y jóvenes han ido abandonando escuelas, liceos y universidades.

El éxodo por la canasta alimentaria

Las proyecciones realizadas en 2017 hablaban de casi 600 mil alumnos que renunciaron a sus pupitres ese año. La crisis ha sido tan corrosiva que estudiar se ha convertido en un verbo demasiado costoso para la familia venezolana.

Los padres de hogares humildes no tienen cómo comprarle ni siquiera el uniforme o los libros a sus hijos.

Muchos padres de hogares de clase media han extenuado sus capacidades y hasta vender sus propiedades casas, carros, ropa para sufragar el éxodo de sus hijos.

Mientras tanto Nicolás Maduro, se pronunció sobre la diáspora de la juventud venezolana como siempre

«Yo les digo, vayan y vuelvan, porque un país como Venezuela no van a encontrar en ningún lugar del mundo. Estamos formando a la mejor generación desde el punto de vista profesional, científico y técnico y tenemos que garantizarle el trabajo aquí en Venezuela«.