En una cumbre reciente, los presidentes de Rusia y China destacaron la rápida cooperación entre sus países, especialmente en el comercio y la energía, en medio de la guerra en Ucrania.

En una reciente cumbre celebrada en Beijing, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, destacaron el rápido avance de la cooperación entre sus países. Este encuentro se produce en un momento en que Rusia se vuelve cada vez más dependiente de China para sostener su esfuerzo bélico en Ucrania.

China ha emergido como un respaldo clave para Rusia tras su invasión a Ucrania, continuando con el suministro de componentes esenciales para la producción de armas y contribuyendo a impulsar la economía rusa con sus compras de petróleo y gas.

Durante la cumbre, Putin resaltó que la cooperación comercial y de inversión fue un tema prioritario en sus conversaciones con Xi. “China es el principal socio de Rusia en el comercio internacional”, afirmó Putin, señalando que el volumen de intercambios comerciales entre ambos países alcanzó un nuevo récord de 240.000 millones de dólares el año pasado.

Además, Putin subrayó que la colaboración en el sector energético es una prioridad, con planes específicos para profundizar la interacción entre ambos países. Mencionó proyectos como la construcción de unidades de energía nuclear rusa en las plantas nucleares chinas de Tianwan y Xudabao, que contribuirán a proveer a la economía china de energía asequible y limpia.

Por su parte, Xi afirmó que ambos países están fortaleciendo su relación como “buenos vecinos, buenos amigos y buenos socios”. Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Moscú se ha vuelto cada vez más dependiente de China desde el punto de vista económico, ya que las sanciones occidentales le han impedido acceder a gran parte del sistema comercial internacional.

En una declaración conjunta, los dos líderes criticaron a Estados Unidos por una serie de medidas que, según ellos, amenazan a sus países. Ambos líderes coincidieron en que la solución política de la crisis ucraniana es la dirección correcta.

Putin expresó su gratitud a Xi por las iniciativas de China para resolver el conflicto en Ucrania, mientras que Xi afirmó que espera que Europa recupere pronto la paz y la estabilidad y que China desempeñará un papel constructivo en este sentido.

El viaje de Putin a China coincide con una nueva ofensiva lanzada por sus tropas en la región nororiental de Kharkiv la semana pasada, obligando a casi 8.000 personas a abandonar sus hogares.

A pesar de que Beijing sostiene que mantiene una posición de neutralidad sobre la guerra, ha respaldado las afirmaciones de Moscú de que el país fue provocado por Occidente para atacar a Ucrania.

Putin ha culpado a Occidente del fracaso de las negociaciones en las primeras semanas del conflicto y ha elogiado el plan de paz presentado por Beijing, que permitiría a Moscú consolidar sus conquistas territoriales.

Moscú ha forjado una relación cada vez más estrecha con Beijing a medida que la guerra en Ucrania avanza a su tercer año, desviando la mayoría de sus exportaciones energéticas a China y confiando en compañías chinas para la importación de componentes de alta tecnología para sus industrias militares con el fin de esquivar las sanciones occidentales.

La relación entre los ejércitos de ambos países también se ha estrechado, realizando maniobras conjuntas en los últimos años.

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