Presbicia, todo lo que debes saber acerca de esta anomalía

VENEZUELA / La presbicia o vista cansada, es una anomalía o defecto refractivo que se produce por la pérdida de elasticidad del cristalino, el lente natural del ojo gracias al cual podemos enfocar las imágenes que se encuentran a diferentes distancias. Esta disminución en cuanto a la capacidad de acomodarse es la responsable de las dificultades para ver de cerca con detalle.

Un proceso de degeneración natural que se produce a partir de los 40

La forma de enfocar del cristalino podría compararse con la capacidad de hacer zoom de una cámara fotográfica; el cristalino varía su forma y con ello también varía su potencia óptica.

En las personas jóvenes el cristalino es bastante flexible, sin embargo, con el pasar de los años va volviéndose cada vez más rígido y se reduce progresivamente su capacidad de contracción, es decir, de acomodación, en este momento es cuando se da lugar a la presbicia.

Por lo tanto, la presbicia o vista cansada, es producto del envejecimiento de esta estructura imprescindible para una visión nítida. Esta anomalía afecta entre el 85 y 90% de las personas a partir de los 45 años, saliendo retrasarse un poco en los miopes y darse a una edad un poco más temprana en los hipermétropes.

Esta pérdida de elasticidad no se puede evitar y comienza a producirse desde que nacemos, no se trata de un rasgo único de las personas en este rango de edad, sin embargo, las consecuencias aparecen a partir de los 40 a 50 años.

De hecho, cuando se presentan dificultades para leer a edades más tempranas, lo más probable es que no sea presbicia, sino otro problema visual como por ejemplo la hipermetropía, que tiene los mismos síntomas pero sus causas son completamente diferentes.

¿Cuáles son los síntomas de la presbicia?

La presbicia se manifiesta de forma gradual, y en ocasiones, es posible que estos síntomas empeoren cuando se está en un lugar con una iluminación escasa o cuando se está algo cansado.

La dificultad para enfocar eficientemente aquellos objetos que se encuentran a poca distancia de nosotros; a menos de un metro. Esto también ocasiona que se tenga la necesidad de alejar los libros, el teléfono o cualquier otro objeto para enfocar de forma correcta.

También es común que las personas sienten que las letras de texto “bailan” o que las vean borrosas. La fatiga ocular, enrojecimiento, comezón, lagrimeo o la sensación de arenilla luego de tareas duraderas de visión cercana.

El intentar enfocar objetos cercanos a nosotros no solo somete a los ojos a un gran esfuerzo, sino también al cerebro, ya que tiene que trabajar cada vez más para poder procesar la información, un poco defectuosa, que proviene de los ojos.

Por lo que uno de los síntomas más comunes de la presbicia es el dolor de cabeza, siendo especialmente frecuente en la noche o luego de haber finalizado una jornada laboral extenuante.

En general, mientras la presbicia progresa, su impacto se suele ir intensificando. Aunque en la mayoría de ocasiones suele ser un proceso “intermitente”; luego de los primeros síntomas algunos pacientes tienen una mejoría y recuperan la capacidad de enfocar, pero después de un tiempo vuelven a empeorar.

Tratamiento para la presbicia

La presbicia no tiene cura, tampoco se puede prevenir debido a que está ligada al proceso degenerativo natural del ojo, que como sucede con otras partes del cuerpo, progresa con la edad. Sin embargo, existen algunos tratamientos que pueden ayudar a solucionar los problemas de enfoque.

Teniendo en cuenta que aproximadamente el 90% de las personas mayores de los 45 años sufrirá presbicia, es importante realizar controles anuales de la visión, teniendo especial relevancia cuando nos acercamos a las cuatro décadas de edad donde se suelen comenzar a percibir los síntomas.

Corrección óptica para la presbicia

Los lentes son un método muy habitual donde se pueden emplear diferentes tipos de cristales según sea la necesidad visual de cada paciente, es común que las personas entre 40 y 60 años, necesitan de un cambio habitual de graduación, debido a que no se puede detener la evolución de la presbicia.

presbicia

Tipos de gafas

Existen diferentes tipos de lentes que se pueden utilizar según sea la necesidad del paciente:

  • Monofocales: estas intentan mejorar la vista de cerca y se utilizan principalmente para realizar tareas específicas y de precisión, como podría ser leer, coser, etc.
  • Bifocales: estos intentan mejorar la visión cercana, en la zona inferior, y la visión de lejos, en la zona superior de la lente.
  • Ocupacionales: estos están indicados más que nada a las personas que suelen durar muchas horas frente a la computadora. La parte superior del cristal es útil para las distancias intermedias, mientras que la parte inferior es mejor para las distancias más próximas.
  • Progresivas: estas permiten cambiar de forma progresiva la graduación, de forma que se pueda corregir tanto la visión cercana, intermedia y lejana.

Otra de las alternativas, en el caso de las correcciones ópticas, es el uso de lentes de contacto, estos deben adaptarse específicamente a la necesidad de cada paciente.

Corrección quirúrgica para la presbicia

El avance de la medicina ha logrado que se puedan realizar cirugías refractivas que permitan corregir la presbicia, disminuyendo considerablemente la necesidad de utilizar lentes o lentes de contacto.

  • Cirugía láser: básicamente consiste en moldear la córnea de forma que se modifica la asfericidad, es decir, la curvatura, y con ello lograr aumentar la profundidad del foco, lo que de cierta forma compensa la pérdida de contracción del cristalino.
  • Implante de lentes intracorneales: esta corrección no modifica las dioptrías, sin embargo, al igual que el láser, tiene la capacidad de combatir la dificultad que se tiene en la visión cercana al actuar directamente en la curvatura de la córnea. En este caso, se colocan lentes centrados en la córnea y de ser necesario, pueden extraerse con facilidad, por lo tanto, es un procedimiento reversible.
  • Implante de lentes intraoculares: sustituye el lente del cristalino por un lente monofocal o multifocal, y a partir de cierta edad, cumplirán su función de manera más eficiente; éste es el mismo procedimiento que se realiza en la cirugía de cataratas.