La inhabilitación: Arma de la Dictadura

Por J.V.Flores Muñoz / Las Dictaduras son llamadas así porque ellas dictan sus propias reglas. Una de las características más apreciada de este tipo de régimen es no tomar en cuenta el pacto social suscrito en la constitución; para ellos violar este acuerdo de convivencia es como natural, todo tipo de subterfugio encuentran para imponerse.

Hacer política en una dictadura no es nada fácil, más aun cuando la generación que la confronta viene de vivir y conocer 40 años de una experiencia democrática, ejemplo y referencia para todo el continente. Los desajustes constitucionales  provocados por el régimen a favor de sus intereses son vistos como aberraciones, abuso de poder, violaciones de derechos humanos y tienen toda la razón; el caso es que si estas cosas no sucedieran no sería dictadura.

Razonemos entonces, existe o no existe dictadura en Venezuela? Claro que si existe,  con el atenuante de que los que están al frente de esto, temen declararse abiertamente dictadores; por lo tanto permiten sobre todo a los actores políticos de oposición cierto margen de maniobra, no obstante en su estrategia de poder indefinido; para ellos son los enemigos jurados a eliminar.

Uno de esos márgenes que le permiten camuflar según ellos su identidad dictatorial son los eventos electorales; en la mayoría de los casos realizados con evidentes ventajas, casi que programados los resultados. Saben ellos que oponerse a unas elecciones contempladas en la constitución sería descabellado, quedarían desnudos ante el mundo democrático.

Si es cierto que no pueden oponerse a estos eventos por lo anteriormente dicho, no es menos cierto que buscaran por todos los medios sacar ventaja, para ello se han asegurado de controlar todo poder que pudiera equilibrar la contienda. Gracias a Dios y sus circunstancias todavía acá en Venezuela esta banda enquistada en el gobierno regida por principios dictatoriales no ha podido controlar el verdadero poder, La voluntad soberana: El Pueblo. Los últimos sondeos de opinión practicados por empresas especializadas en el ramo reflejan notablemente que cerca del 90% del venezolano no quiere seguir bajo la tutela de este régimen; la verdad que esta cifra es demoledora, ellos lo saben, claro que lo saben; de aquí sus maniobras y marramuncias para generar confusión en la gente. Una de sus opciones predilectas para entorpecer procesos electorales son las inhabilitaciones, conocemos recién el caso Nicaragua aunque algunos prefieren el ejemplo de Petro en Colombia. Dos casos sumamente distintos, en Nicaragua las inhabilitaciones se produjeron con la finalidad de Noriega mantenerse en el poder y estas inhabilitaciones fueron ordenadas por el mismo. En Colombia la habilitación a Petro me refiero a que estaba inhabilitado, fue concedida bajo un gobierno democrático por sugerencia de organismos internacionales de derechos humanos; sin duda que el caso Nicaragua es más afín a Venezuela.

Vayamos al grano. Las inhabilitaciones es un arma más del régimen para torpedear no solo las primarias sino las propias elecciones presidenciales del 2024, con el respeto y las consideraciones que se merecen esos grandes juristas que aparecen recordándonos los derechos constitucionales sobre todo los electorales que rezan en la constitución afirmando y señalando que las inhabilitaciones hechas por la contraloría son ilegales, no pueden coartar los derechos políticos, son una pena accesoria de una sentencia penal definitiva y otras más; esto se sabe, los partidos lo saben y todos los actores políticos lo saben.

Pero es el caso que lamentablemente estas inhabilitaciones  practicadas por la contraloría vienen haciendo mella desde hace tiempo. A colación traeré tres casos donde el régimen a través de la contraloría abuso de los derechos políticos consagrados en la constitución: Caso 1 (2005), Leopoldo López fue inhabilitado y no pudo participar en las elecciones para Alcalde de Caracas donde era el seguro ganador. Caso 2 (2008), Enrique Mendoza fue inhabilitado y no pudo participar en las elecciones de gobernador del Estado Miranda donde era seguro ganador, cabe destacar que su decisión fue la de apoyar a Henrique Capriles obteniendo un rotundo triunfo. Caso 3 (2008) Manuel rosales perseguido e inhabilitado a tres meses de haber ganado la Acadia de Maracaibo.

Todas esta inhabilitaciones hechas a través de la contraloría general, en todos estos casos hubo pronunciamiento de rechazo por parte del departamento de estado de los EEUU a través de su comisión de derechos humanos y nada. No es nada nuevo es la contraloría la institución que el régimen utiliza para el trabajo sucio.

La eliminación temporal del CNE no es casual, forma parte de la estrategia no hay respuestas, se espera un nuevo CNE rojito, inflexible y espanta votos.

De manera que el problema es meramente político, no de defensa ante estrados de la justicia, no hay tiempo para eso; el ejemplo de Enrique Mendoza es para tomar nota, la gobernación de Miranda se conservó precisamente porque este líder democratacristiano no cayó en el juego de pleitos con la dictadura; fue inhabilitado y dio todo su apoyo a Henrique Capriles, un ejemplo de hacer política a pesar de la dictadura.

Para finalizar quiero aclarar que mi mayor anhelo es una candidatura unitaria; particularmente apoyo a Roberto Enrique como el candidato de la Democracia Cristiana en Venezuela, pero el mismo empeño tendría de no ser el candidato.