El gran objetivo: La Libertad

Por: J. V. Flores Muñoz / Tal como están las cosas y a pesar de los boicots que ha propiciado el régimen,  las primarias continúan con mayor entusiasmo, ningún candidato de los inscritos se ha echado para atrás, con la excepción del “conde”, vaya usted a saber. Esto significa que el 22 de octubre tendremos un candidato(a), un(a) líder escogido por el pueblo opositor que tendrá la seria responsabilidad de enfrentar a esa orquesta de vándalos enquistados en Miraflores, representados por Nicolás Maduro.

Ahora bien sucedido este evento (las primarias) la cuestión se pone verdaderamente interesante, ya que de ganar un candidato(a) habilitado le tocaría como vocero de la oposición conjuntamente con las fuerzas políticas que lo acompañan convocar a toda la sociedad opositora al trabajo conjunto con miras a afianzar definidamente la salida de Maduro.

De ganar un candidato(a) inhabilitado las cosas cambian y bajo estas circunstancias hay que plantearse estrategias inmediatas que garanticen la decisión y la voz del pueblo o sea lograr su participación en el proceso de elección presidencial de 2024. Esto desde luego no es fácil, es una tarea que solo puede lograrse con organización y fuerza popular, no hay que olvidar que cuando un pueblo toma decisiones no hay Dictaduras con reumatismo. Por otra lado la opinión y decisión internacional de todo el mundo democrático  es ya conocida;  tanto de organismos internacionales como de jefes y ex-jefes de estado en cuanto a la violación de los derechos políticos en Venezuela, no es facultad de la contraloría de la república inhabilitar políticamente a ningún ciudadano.

Electo el candidato en primarias hay tiempo suficiente para encadenar una serie de actividades que nos permitan desarrollar un proceso electoral sin discriminación de candidaturas y donde la participación del pueblo juegue un rol protagónico, insisto no es nada fácil , no estamos en presencia de un contendor, que perdidas las elecciones va entregar la banda presidencial en una sección solemne en el palacio legislativo y que posteriormente sin ninguna preocupación iría a tomar un buen descanso en un sitio de su preferencia; no eso no es así, en este caso no, ninguno de los dos supuestos pasa por la mente de Maduro, muy por el contrario su mente está ocupada en este momento es como destruye y aniquila cualquier posibilidad que tenga la oposición de presentarse en el 2024 con una candidatura unitaria  , la inhabilitación de la candidatura con mayor opción esta cruelmente planificada para crear zozobra en el proceso de selección y sus resultados, él sabe muy bien los efectos de su jugada así como también sabe las consecuencias de echar para atrás la misma; es una apuesta peligrosa, porque él conoce perfectamente que de entregar el poder no habría descanso ante tanto desafueros cometidos.

Maduro promueve el caos para las próximas elecciones presidenciales, atiza el fuego de la protesta y manifestaciones bajo la sombra de un país empobrecido con limitantes para su movilización, confiado en que la oposición no lograra acuerdo que sorteen estos obstáculos.

Lo cierto del caso es que el candidato(a) electo habilitado o no inhabilitado se convierte en el nuevo y robusto líder del país, a su alrededor están atento más del 80% de los electores hoy de oposición, sus decisiones, su discurso tendrán peso determinante en toda esa masa que anhela cambio, que desea profundamente salir de esta situación miserable en que nos ha metido este despiadado régimen. No se descarta en este panorama la aparición de lo que en confrontaciones bélicas se denomina “quinta columna”, que en definitiva son proyectos grupales e individuales que tienden a favorecer a un tercero por intereses oscuros, esta situación ya está enunciada, no causaría grandes sorpresas, estas quintas columnas corren el riesgo de ser tratados como en Barinas.

Como dije en anterior artículo de opinión las primarias están consideradas como una primera etapa en esta lucha por la libertad, el objetivo supremo es lograr la salida de Maduro, por lo que todas las trabas que el régimen se le ocurra incluyendo las inhabilitaciones son males menores para la concreción de este gran objetivo. El  candidato(a) electo jugara un rol estelar en esto, anteponiendo los intereses de la república ante los suyos propios, de aquí la importancia de una concertación nacional que pudiera llegar hasta la posibilidad de llevar a cabo un gran consenso en torno a una candidatura que bien pudiera estar dentro de los participantes protagónicos del proceso o fuera de ello. Total es el cambio necesario para la vigencia democrática de nuestra nación lo que está en juego.

Esta candidatura unitaria de consenso debería estar condicionada con una gran línea maestra: La convocatoria una vez electo(a) presidente de la República de una Asamblea constituyente en un periodo prudencial con miras a la reinstitucionalización de la Nación.

Por último es bueno destacar que en política no caben las proyecciones , es la única ciencia donde no se pude hacer eso, en el mejor de los casos cabe la planificación pero esta necesariamente tiene que ser ajustada a las circunstancias , el momento que vive nuestra República requiere que nuestros líderes actúen con prudencia e inteligencia ante las circunstancias con la seguridad de que será el mismo pueblo que en su debido momento le reconocería tales virtudes por el logro y la concreción del gran objetivo: La Libertad.