VENEZUELA/ Venezuela se ha convertido en una olla de presión tras las protestas que trabajadores del sector público han protagonizado en los últimos días, siendo los educadores los más contundentes tomando la calle para rechazar el «pago miserable» de un bono vacacional que no cubre las expectativas que tenían, pues según denuncian fue ajustado con base al salario de diciembre de 2021.
Hay quienes vaticinan más presión e incluso ponen en duda, aunque es muy prematuro, el inicio del próximo año escolar a partir de septiembre, pues la situación de pobreza que afrontan los docentes en Venezuela es crítica.
El magisterio venezolano denuncia que el presidente Nicolás Maduro le niega los recursos justos a la educación y que se empeña en destruirla para llevar a cabo su intención de ideologizar y adoctrinar mediante la militarización de los centros educativos en todos sus niveles.
Según Humberto Agudo, dirigente gremial larense en el exilio, esta macabra estrategia del régimen ha llevado a casi 200 mil docentes a abandonar no solo las aulas de clases sino el país. Además alerta una merma de alumnos en los institutos pedagógicos y universidades formadoras de profesionales de la educación.
Agudo señala que el gobierno se excusa en la presunta escasez de recursos para atender los justos reclamos socioeconómicos no solo de los docentes sino de todos los empleados públicos.
Esta alerta se desprende de las estadísticas sobre los ingresos que está percibiendo el gobierno de Maduro este año 2022.
Según la ONG internacional Análisis Financiero, este año los ingresos por concepto del aumento del barril del petróleo van a generar unos 20 mil millones de dólares, duplicando las cifras del año pasado.
Pero no solo los ingresos aumentan por concepto de renta petrolera sino también entre 8 mil y 10 mil millones de $ por Iva y más de 500 millones de divisas por transacciones financieras, aunado a lo obtenido por venta de gasolina dolarizada que está en el orden de los
80 mil millones de dólares.
A esto se le suma el ahorro que el gobierno viene haciendo al no estar pagando la deuda externa, por lo cual sí están los recursos pero falta voluntad política no solo para saldar las deudas, sino también para cumplir con los reclamos laborales y aumentos salariales.
Agudo insta a los docentes venezolanos a seguir en la calle
«protestando para desenmascarar al gobierno y exigiendo que se haga un buen uso del dinero del país, para evitar que pasen a la caja chica del PSUV o a engordar las cuentas bancarias de los enchufados en otras naciones».
Los días que han de venir podrían ser muy duros para un gobierno empeñado en vender una imagen de «país arreglado», mientras la cruda realidad es que pese a los maquillajes que hacen a la nación, miles de venezolanos siguen huyendo en busca de mejores condiciones de vida aúna riesgo de perder sus vidas en selvas, ríos y montañas plagadas de peligros.