El Nacionalista

18 de abril de 2024
08:17

¿Sobrevivirá el Sector Inmobiliario en Venezuela?

El sector inmobiliario venezolano está a la espera de que se reactiven los créditos bancarios

VENEZUELA / Hace un año, cuando el coronavirus ni siquiera era una posibilidad, 50% del inventario de metros cuadrados de oficinas estaba desocupado, y los precios, expresados en moneda dura, habían caído 72% promedio en comparación con 2007.

En agosto de 2019, el metro cuadrado de una oficina AAA se cotizaba en alrededor de 1.000 dólares, mientras que en 2007, el período de mayores precios de la década pasada, se valoraba en 7.000.

Hoy, con la pandemia de Covid-19 en plena expansión, el sector inmobiliario luce completamente paralizado y el inventario desocupado de oficinas podría llegar a 70%, mientras que los espacios de retail y residencial se cotizan en precios bajos, por lo que muchas operaciones previstas para realizarse en este tercer trimestre del año están detenidas, quién sabe por cuánto tiempo.

De acuerdo con la realidad del mercado una unidad residencial que hace 20 años pudo costar 90.000 dólares, actualmente (con todo y mejoras, reparaciones y modificaciones) podría cotizarse entre 65.000 y 75.000 dólares. Y no hay muchos compradores con tal poder adquisitivo.

Es un sector que se encuentra en emergencia, al punto de que en 2009 se construyeron unas 80.000 viviendas y este año se prevé no alcancemos 500 unidades, lo que implica una casi paralización del mercado y, como consecuencia, dicho sector depende del mercado secundario.

La pandemia trajo un problema adicional, el de los Registros y Notarías, cuyo régimen de trabajo hace prácticamente imposible concretar operaciones de manera eficiente; pero, ese es un detalle menor frente a la realidad general.

A escala mundial, muchos analistas creen que una crisis inmobiliaria podría estar gestándose con ramificaciones financieras muy graves en los grandes mercados. Y la expectativa no es de recuperación de corto o mediano plazo, porque el trabajo remoto que ya se ha impuesto como práctica, ha demostrado ventajas competitivas y, en consecuencia, podría significar una menor demanda de espacios en el futuro.

De hecho, consultoras internacionales de prestigio sugieren tres escenarios de uso inmobiliario para los negocios:

–Reducción de espacios de estaciones de trabajo individuales con más espacio para trabajo colaborativo.

–La posibilidad de realizar al menos 30% de trabajo remoto con contrataciones con proyecto en un plazo corto, con tendencia a incrementar esta proporción.

–Descentralizar las sedes en función de las necesidades de los clientes, aprovechando los desarrollos de las tecnologías de comunicaciones y financieras.

En el Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados de esta semana ponemos en perspectiva la delicada situación del sector inmobiliario, un área de la economía especialmente golpeada por la recesión y la pandemia, y cuyos fundamentos están en revisión, porque la lógica de ocupación de muchos espacios será distinta, lo que obliga a pensar en nuevos modelos de negocios.

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