En el marco del anuncio del Banco Central de Venezuela (BCV) sobre la puesta en marcha del Bolívar Digital que supone la reconversión monetaria, el economista Leonardo Buniak, considera que es una «retórica política, para disfrazar que le estamos quitando seis ceros a la moneda como consecuencia de la pérdida del poder de compra de la misma, asociado al proceso de hiperinflación».
«Esta reconversión monetaria, que entraría en vigencia a partir del 1 de octubre, nada tiene que ver con el proceso de transformación digital de ir a un billete físico a una moneda digital», explicó.
A su juicio, solo es una «justificación política para disfrazar que se está realizando una reconversión monetaria idéntica a la del año 2018, como consecuencia del fracaso de la política económica, fiscal y monetaria de preservar la estabilidad de precios de la economía, y como una estrategia de preservar el Bolívar como signo monetario, como reserva de valor», dijo.
«En mi opinión solo se trata de una reconversión totalmente cosmética y estética, si no se acompaña con un plan de estabilización macroeconómica que logre abatir el proceso de hiperinflación que pasa por devolverle la autonomía al Banco Central de Venezuela, para que no siga emitiendo dinero para financiar la gestión del gobierno central», manifestó.
Considera que «no vamos a una economía digital, no es un Bolívar Digital, ya que se va a emitir billetes físicos».
Por su parte, el economista y profesor universitario Ronald Balza señaló que para hablar de una economía digital es necesario eliminar por completo el dinero fiduciario.
«Hablar del Bolívar Digital es algo que no queda claro», dijo Balza.
Buniak señaló que el bolívar va a comenzar a ser digital en el momento en que el Banco Central de Venezuela sustituya al Bolívar físico, es decir que todos los venezolanos dispongan de fichas electrónicas, billeteras electrónicas o códigos QR en sus celulares para realizar una compra en cualquier establecimiento comercial.