VENEZUELA / Las diputadas Delsa Solórzano y Rosmit Mantilla ofrecieron este domingo declaraciones a medios de comunicación social del país, vía virtual, para refutar el pronunciamiento de los representantes del Ejecutivo y del Poder Moral de la República, Jorge Arreaza y Tarek William Saab, respectivamente, en relación con el informe divulgado esta semana por la Misión Internacional de la Organización de Naciones Unidas sobre los derechos humanos en el país.
Acompañadas de familiares de algunas de las víctimas, las parlamentarias desmintieron el balance presentado por el fiscal general y el canciller, calificándolo como el “libro negro”.
En su larga exposición, Saab y Arreaza, calificaron de “insólito e irresponsable”, con características de “fraude” y de constituir “un monumento a la propaganda de guerra” el informe elaborado por la mencionada misión de la ONU que, según sostuvieron, fue redactado sin que los miembros del grupo encargado acudieran a Venezuela y por lo que habrían obtenido pagos por más de 20 millones de dólares.
«Una burla a las víctimas»
Solorzano, quien viene a constituirse en una de las pocas representantes de oposición en refutar formalmente las declaraciones del canciller y del fiscal, señaló que la actitud de los funcionarios de desmeritar el informe de la Misión Internacional de la ONU, representa una burla a las víctimas de las violaciones de derechos humanos que han venido siendo denunciados a lo largo de los últimos años, así como a .sus familiares.
Citó diversos casos de “comprobada” actuación de funcionarios de cuerpos de seguridad incursos en delitos de lesa humanidad, que siguen en libertad, entre los que mencionó a los victimarios de Rufo Chacón y del general Acosta Arévalo; a este último, “se le imputaron delitos menores para rebajar la pena”, según indicó Solórzano.
De igual manera, aseguró la parlamentaria que siguen las violaciones, y que en los actuales momentos existen más de 300 detenidos civiles y militares que están siendo objeto de torturas en las cárceles.
